Azafatas sí, pero también asistentes masculinos. Y nada de besos. La icónica imagen del ciclista ganador de etapa siendo besado al mismo tiempo por dos atractivas azafatas es ya cosa del pasado. Al menos, en la Vuelta Ciclista a España, que ha modificado su protocolo a la hora de entregar los premios para luchar contra el machismo y en favor de la igualdad.
Unipublic, la empresa propietaria de la Vuelta, se une de esta manera a otras grandes rondas que ya modificaron esta tradición. A principios de este año, el Tour Down Under de Australia decidió prescindir de las modelos porque entendía que su presencia fomentaba el machismo y era denigrante para las mujeres. Una iniciativa a la que se sumaron las competiciones de motos y automovilismo del país.
En España, los responsables de la Challenge de Mallorca, la Vuelta a la Comunidad Valenciana y la Volta a Catalunya también asumieron que esa era una costumbre sexista y por eso en el ritual de concesión de galardones presentaron a niños, jóvenes deportistas y azafatas y azafatos vestidos de forma sencilla y deportiva.
Sensibilidad social
«Somos sensibles al debate social y mediático que se ha generado en los últimos meses sobre la presencia de las azafatas en los podios. En Australia ya se ha suprimido la presencia de las chicas, lo mismo que otras carreras en España. Nosotros no podemos dar la espalda a estas inquietudes y por eso incorporaremos algunas novedades en la próxima Vuelta. Vamos a realizar unos ajustes. Todavía estamos trabajando en ellos. Lo que hagamos siempre será con elegancia», ha asegurado Javier Guillén, director general de Unipublic, en unas declaraciones que recoge el diario El Mundo.
“Las azafatas en los podios sobran: es como tratarlas como objetos, infravaloradas”
“Yo, a título personal, no cambiaría nada, porque con la presencia de las azafatas nunca hemos hecho algo extravagante. Siempre hemos sido muy respetuosos, pero entiendo que haya sensibilidades en este sentido. Los puestos de trabajo de las azafatas se van a mantener. La Vuelta es de todos», ha añadido Guillén.
La presencia de azafatas en el podio ha sido criticada incluso por los propios ciclistas. A principios de este año, Mikel Landa fue contundente: “Las azafatas en los podios sobran: es como tratarlas como objetos, infravaloradas. Aquí es una costumbre arraigada y nadie se atreve a dar el paso, pero hay que admitir que poner ahí arriba a mujeres elegidas por ser guapas y tener buen cuerpo no es la mejor imagen que se pueda dar de ellas», aseguró en una entrevista en El Correo.
La Vuelta se desmarca de esta manera de la política adoptada por las otras dos grandes rondas ciclistas europeas, el Tour de Francia y el Giro de Italia, que mantienen intacto el protocolo de entrega de premios.