Solidaridad y compromiso con la población más vulnerable: los niños. Ese es el fin de ChildFund, que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables, en especial con los más pequeños.
Con una altura de casi dos pisos y más de cien bicicletas donadas por los locales, este gigante árbol ciclista quiere mover la conciencia de los ciudadanos para que regalen una bicicleta a los niños de Sri Lanka y así sacarles una sonrisa en estas fechas tan especiales.
“Puede que sean sólo dos ruedas, pero la oportunidad que les brinda es un regalo que no tiene precio”
“Para un niño que vive en las zonas rurales más pobres de Sri Lanka, llegar a la escuela es ya un obstáculo. Tener una bicicleta transforma su ardua caminata de entre cinco a quince kilómetros en un viaje mucho más fácil e incluso divertido “, explica Paul Brown, director ejecutivo de ChildFund Nueva Zelanda.
Una iniciativa que, además de facilitarles el acceso a la educación, promueve valores sociales y medioambientales entre los más pequeños: “Las bicicletas son la clave para erradicar la pobreza. Puede que sean sólo dos ruedas, pero la oportunidad que les brinda es un regalo que no tiene precio”, afirma Brown.