Fue la Secretaria de Estado de Bruselas, Barbara Trachte, quien presentó al público la Ahooga Max en un acto en la capital belga, donde tiene precisamente su sede Ahooga, una de las marcas del país que está viviendo un crecimiento más llamativo en la industria de la bici.
Con la Max, Ahooga aspira a ofrecer una bici que destaca, entre otras cosas, por su equipamiento. De este modo, incluye luces totalmente integradas y hechas a medida, batería totalmente integrada en el tubo superior y capaz de dar hasta 80 kilómetros de autonomía, frenos de disco hidráulicos, siete marchas internas, neumáticos de dos pulgadas de ancho, amortiguador de vibraciones y un asiento y dirección ajustables para adaptarse a cualquier ciclista.
Pero, probablemente, lo más novedoso de esta Ahooga Max es su sistema de plegado, que según la marca se consigue en unos tres segundos y deja la bici en un tamaño similar al de un carrito. Según Gokce Dogru, CEO de Ahooga, "queremos que las bicicletas tengan el tamaño adecuado para nuestras ciudades. Las bicicletas compactas, en comparación con las de 28 pulgadas, son más fáciles de guardar con seguridad en un apartamento o una oficina. Como tales, son más adecuadas en ciudades cada vez más densas. También son más compatibles con el coche o el transporte público". Además, añade, "una e-bike más compacta puede conducirse mejor, ofrecer más control y ser más dinámica y segura".
La Max destaca por su batería, completamente integrada en el cuadro superior, y su notable equipamiento.
Según la marca, fueron necesarios tres años para crear la Max, creada por un equipo de ingeniería con cada vez más miembros. "Hay muchos ingenieros de movilidad muy capaces en la zona de Bruselas", cuenta Dogru, y la oportunidad de marcar la diferencia en el sector de la bicicleta en una pequeña empresa pionera les resultó atractiva". Ese esfuerzo de ingeniería ha dado como resultado más de veinte componentes hechos a medida, varias patentes y un desarrollo tan específico y personalizado que sus responsables decidieron producirla, directamente, en Bélgica, más en concreto en la sede de la marca en Bruselas. Un enfoque que permite acortar la cadena de suministro, mejorar el control de calidad, la agilidad de la empresa y reducir la huella de carbono.
El mercado de las bicicletas plegables ya alcanza los mil millones de euros en el mundo, y crece al doble de ritmo que el de las e-bikes en general. "Las ciudades crecen cada vez más", explica Gokce Dogru, "pero a la vez se reduce el espacio habitable por persona y se prohíben los coches". Por eso esta apuesta por una máquina que, para sus creadores, no es "una simple bicicleta plegable", sino una e-bike superior. "Una rueda de 20 pulgadas proporciona al ciclista mucho más dinamismo, agilidad y control. Estas son características clave en paisajes urbanos muy concurridos donde los carriles bici no siempre son perfectos", aseguran.
El cuadro triangular
Una de las características que se conservan en esta Max es el habitual cuadro triangular de la marca, inventado por uno de sus fundadores, Frederic Mertens, hace unos diez años. Desarrollado durante esta decada, sigue siendo un elemento diferencial de las Ahooga, que presumen de una tecnología de doble tubo que, además de un aspecto muy peculiar, también ofrece una experiencia de conducción que en la marca definen como "superior".
Pronto lo podremos saber: la Max será presentada la semana próxima en Eurobike, y una semana más tarde estará presente en los Pro Days de París, dos eventos en los que Ciclosfera estará muy presente. Los distribuidores y concesionarios ya pueden realizar pedidos, y las bicis estarán disponibles para entregar a los consumidores a finales de 2023.