La Organización de Naciones Unidas, a través de su oficina ONU Hábitat, presentó el pasado lunes en Medellín (Colombia) las conclusiones del Informe Mundial Sobre Asentamientos Humanos 2013. El mensaje no puede ser más alarmante: o cambiamos el modelo de construcción en las ciudades, o en 2050 habrá 2.100 millones de coches en el mundo. Una cifra nada alentadora que se reduciría si se produce un giro radical en las políticas de movilidad, fomentando el transporte sostenible y creando una infraestructura eficaz.
Fue Joan Clos, director de ONU Hábitat, el que hizo una llamada urgente a las autoridades competentes para “cambiar el paradigma” de la movilidad urbana, un modelo que prioriza la inversión en infraestructuras destinadas al vehículo privado y que deja en segundo plano las iniciativas destinadas a fomentar una verdadera planificación sostenible. “Las ciudades tienen que redoblar la creatividad para financiar y poner en marcha amplias redes de transporte público (de acuerdo al tamaño de su bolsillo) y espacios públicos y seguros para peatones y ciclistas”, afirmó Clos.
El informe, que se expuso durante la presentación del VII Foro Mundial Urbano -previsto para abril de 2014-, también matizó que dicha revolución debe comenzar necesariamente por reconocer que el transporte es un medio, no un fin. Un fin del que todos debemos ser conscientes: lograr una mejor calidad de vida en nuestras ciudades adoptando un modelo saludable y beneficioso para todos.