1. Colgada en la pared. Una solución de lo más funcional, y también una de las más habituales. Existen cuelgabicis de todos los tamaños, formas y colores. Algunos incorporan, incluso, sitio para guardar los guantes, el casco o cualquier otro accesorio. Otros simplemente cuentan con un espacio en la parte superior para libros, plantas… o lo que tú quieras:
2. Aparcada en vertical. Cualquier pared o columna puede ser perfecta para ubicar un módulo sobre el que colocar la bici. Existen soluciones tanto para colocar la bicicleta verticalmente o de manera semivertical, dependiendo del espacio del que se disponga:
3. Del techo. ¿Por qué no colocar a nuestra fiel amiga donde se merece: en lo más alto? Con par de buenos y resistentes ganchos, convenientemente fijados para que aguanten el peso, podremos ubicar la bici boca abajo, enganchada de las ruedas:
4. Mediante poleas. Otra forma de ubicar la bicicleta en lo más alto, aunque en su posición natural. Las poleas se emplean mucho en viviendas con techos elevados, y son perfectas para presumir de tus bicis más hermosas:
5. Con un módulo doble. Este tipo de perchas resultan perfectas para almacenar dos bicis. La mejor solución si en casa hay varios ciclistas, y también una de las más estéticas.
6. Aprovechado espacios muertos. ¿Tienes una zona de techo bajo, como ocurre en el caso de las buhardillas? ¿Una escalera? Ese tipo de rincones resultan ideales para hacerle un hueco a tu bici.