Hay bicicletas que no dejan indiferente. Por su diseño, por sus prestaciones… o por ambas cosas. Este último es el caso de las Bestia Bikes, unas bicicletas eléctricas hechas en España -concretamente, en Zamora- que sorprenden a propios y extraños por su polivalencia y características. Leopoldo Pozo, uno de los fundadores de Bestia Bikes, fue el protagonista de una entrevista en directo a través del Instagram de Ciclosfera.
Lo primero de todo, y para quien no te conozca, ¿Quién eres?
Soy Leopoldo Pozo. Soy profesor de diseño, un amante de las bicicletas desde que era muy pequeñito, ciclosturista loco y, desde un tiempo, alguien que se ha metido en esta aventura de hacer bicicletas eléctricas diferentes.
Hablemos de ellas. ¿Cuándo, cómo y por qué nace Bestia Bikes?
En 2018, a mi socio Darío Manzano, que es también arquitecto y profesor, le propuso un amigo hacer un patinete eléctrico. Una cosa llevó a la otra y decidimos que en lugar de un patinete queríamos hacer una bicicleta. Pero no una cualquiera. Las Bestia Bikes es un rediseño de las minimotos de los años 60 y 70, que utilizaban los surferos en las playas de California, y a las que hemos puesto un motor eléctrico de asistencia a la pedalada. Es una bicicleta muy tecnológica pero al mismo tiempo muy artesanal, en la que todo es prácticamente kilómetro cero.
“Creemos es que la ciudad tiene que cambiar. El modus vivendi tiene que irse readaptando”
Toda empresa tiene una filosofía. ¿Cuál es la de Bestia Bikes?
Nosotros lo que creemos es que la ciudad tiene que cambiar. El modus vivendi tiene que irse readaptando. Quizá este proceso de estos últimos meses contribuya a ello, pero estamos convencidos de que las ciudades tienen que ir haciéndose más asequibles, más cercanas y más humanas. La bicicleta es un medio perfecto para ello, en la medida en que no estás metido en una cápsula, saludas, ves, percibes… Queremos aportar nuestro granito de arena para que todo sea más sostenible. Y si podemos reducir nuestras emisiones de CO2, mejor que mejor. Porque hay un gran abuso del coche en las ciudades actuales.
Has citado la España vaciada, en la que estáis. ¿Qué papel juega el hecho de que la empresa esté radicada en Zamora?
Zamora tiene sus cuestas, sus complejidades, pero es curioso que una ciudad tan pequeña y tan manejable no esté pensada para el uso de las bicicletas. Sería perfectamente viable, pero es difícilísmimo. Creemos que es fundamental, porque las distancias no son muy grandes y la comodidad a la hora de moverte es extrema. Es un sitio perfecto para probar cosas que podrían implementarse en ciudades de mayor tamaño. Para demostrar que la bicicleta puede integrarse en el espacio urbano, ser parte de él y mejorarlo. Aquí falta un poco la connivencia de las administraciones, que ven muy loco que la gente se mueva en bici, ya no digamos que montes una empresa dedicada a las bicicletas eléctricas.
“No pretendemos hacer bicicletas para cicloturismo, o para ir muy rápido, sino para disfrutar”
Hablemos del diseño de las Bestia Bikes. No es una bici cualquiera…
Queríamos darle nuestro toque a esa inspiración de la que te hablaba de las minimotos de los años 70. Le hemos querido aportar también robustez. Es un cuadro de acero, como dios manda, y está pensada para aguantarlo todo durante el día a día en la ciudad, en la que también hay baches. Son cómodas y manejables, con un tamaño único e intermedio. Muy cómodas para pedalear. La gente cuando ve una Bestia gira la cabeza. No pretendemos hacer bicicletas para cicloturismo, o para ir muy rápido, sino para disfrutar. Es un poco una filosofía de vida. Tú puedes tener un coche japonés muy útil, o puede gustarte un Morgan. Es una buena comparación.
Habéis apostado fundamentalmente por un modelo, el MK1250, con posibilidades de personalización.
Exacto. Hemos hecho un modelo base, pero hemos tenido encargos específicos. Un amigo, pro ejemplo, nos ha pedido un asiento delantero para llevar a su hijo. Podemos personalizar y customizar todos los detalles. Obviamente lo esencial y estructural no varía, empezando por el motor Bafang de 250W, que es un motor de muy buena calidad. Se le puede poner un motor más potente, pero existen unos condicionantes legales que estipulan que sólo puedes ponerlo en caso de que vayas a utilizarla en un lugar privado. Pero para personalizarla trabajamos, sobre todo, los pequeños detalles: el kit de luces, la bolsa inferior, con rak o sin él, con suspensión delante, etc. Todo ello le otorga carácter a la bicicleta. Y aunque tenemos un modelo único de Bestia, disponible en cualquier color, estamos trabajando en nuevos modelos.
Para quien tenga dudas, hablamos de una e-bikes que a efectos legales es una bicicleta con todas las de la ley.
Sí. Pero hay gente que nos ha comentado que con ellas se produce un fenómeno curioso. Al ser una bicicleta más robusta, con la rueda más ancha, los coches las respetan más que a muchas otras bicicletas. Los automovilistas la perciben más como un ciclomotor, lo que no deja de ser sorprendente.
Algo por lo que os preguntarán a menudo es la autonomía… ¿Cuántos kilómetros podemos recorrer con una Bestia?
Como todo: dependiendo del peso y de las condiciones puede variar. Pero en torno a los 50 kilómetros. Para moverse por la ciudad es más que de sobra. Lo bueno que tiene es que al no requerir de un gran esfuerzo te anima a hacer muchas más cosas: puedes ir vestido de cualquier manera y no llegar sudado, puedes ir a hacer cualquier recado con mucha alegría y con el estilazo impresionante que tiene una Bestia Bike (risas).
En ese sentido, ¿cuál es el perfil del usuario de Bestia Bike?
El ciclista de Bestia Bikes no es el ciclista al uso. No es el ciclista deportivo, ni el cicloturista, ni el de carretera. Es gente que se acerca a la bicicleta como medio de transporte urbano. Por ejemplo, gusta a mucha gente que hace surf, o que conoce la historia de las minimotos californianas. Personas que buscan una alternativa en movilidad.
Hablando de esa nueva manera de moverse. Antes has citado el kilómetro cero, que es algo importante. Al final, si una bicicleta viene del otro rincón del planeta es menos sostenible que si se fabrica en España. ¿Crees que la gente valora ese made in Spain?
Sí. Los compradores de una Bestia aprecian mucho eso. Hacemos las bicis con cariño y mantenemos un contacto directo con todos nuestros clientes. Y si podemos, en vez de enviarles la bicicleta se la llevamos en persona. Es como comprar en la tienda de tu barrio o irte a una gran superficie. En esa tienda te dan los buenos días, te conocen, te fían si no llevas suelto… La gente empieza a valorar eso. La gente va entendiendo que conviene circunscribir el producto a un entorno cercano. Sin duda hay cosas buenas que vienen de fuera, pero creo que es positivo para la economía y para el país que apostemos por lo que se hace aquí.
Imagino que tampoco es posible hacer absolutamente todo aquí…
Obviamente, los motores y los componentes son de las marcas citadas. Pero el cuadro y el montaje se hace aquí, a apenas 500 metros. El soldado nos lo hacen unos amigos de toda la vida en un taller. El tapicero es un señor mayor que nos hace los asientos y nos los cose. Todo lo que podamos hacer nosotros, lo hacemos. Hay cosas a las que no llegamos… por ahora. Pero no hay que olvidar que somos una micro pyme. Aunque con mucha ilusión.
Quien nos esté leyendo, se preguntará en primer lugar, dónde puede encontrar las Bestia Bikes.
En nuestra web, bestiabikes.com. Ahí pueden ver las bicis, los accesorios, los precios… Todo. Y para cualquier cosa, pueden contactar con nosotros vía mail. Estaremos encantados de solucionarla.
Y no menos importante, ¿cuánto cuesta una de estas Bestias?
El precio base de la Bestia Bike son 1.800 euros. A partir de ahí, la horquilla, la suspensión, las bolsas, las luces… son extras que se le pueden poner hasta llegar a los 2.400 euros.
¿Falta un poco de costumbre en España a la hora de gastarse dinero en una bicicleta?
Sí. La gente te dice a veces que cuesta como una moto. Pero en una moto tienes que gastarte dinero en gasolina, en la ITV, en seguro… Está claro que es una inversión, pero con el tiempo te das cuenta de que lo rentabilizas más que de sobra, tanto económica como físicamente, porque tu salud mejora sustancialmente. Es una inversión excelente que lo tiene todo. Porque, además, hay que mimar la ciudad. El camino está abierto y no queda otro.
En ese sentido, ¿eres optimista de cara al futuro de la movilidad ciclista?
No sé lo que va a ocurrir, pero sí lo que debería. Todos deberíamos replantearnos las cosas, porque no es posible que sigamos viviendo como hasta ahora. Quiero dejar a mis hijos un entorno razonable que puedan disfrutar. En ese sentido, creo que los mensajes que llegan desde los medios de comunicación no son lo suficientemente contundentes. Tenemos que ir a una dinámica mucho más sostenible.