¿Cuándo empezaste a escribir sobre bicicletas?
En el colegio: tenía un pequeño blog en el que contaba mis aventuras ciclistas, principalmente carreras locales. Cuando me gradué, en 2006, un amigo al que había conocido en una de esas carreras me ofreció unirme a la revista Procycling, lo que me permitió empezar una carrera profesional.
¿Qué es lo que mejor y lo peor de ser periodista?
Como freelance, la libertad es la mayor ventaja. Trabajo con clientes muy diferentes en proyectos que no tienen nada que ver, lo que hace que el trabajo sea muy variado y no te aburras. Lo peor es el aspecto económico: un periodista no se hace rico en poco tiempo y, visto lo visto, creo que tampoco en el futuro.
Viajas la mayor parte de los meses del año. ¿Cómo te lo montas?
Me considero un nómada digital: puedo trabajar desde cualquier parte del mundo utilizando únicamente un portátil y conexión wifi. No lo tenía planeado, pero sucedió: terminar un artículo en un tren, hacer una entrevista por Skype, leer el correo en el aeropuerto…. En los últimos dos años me he concentrado en trabajar así, lo que me ha permitido viajar por varios países del sur de África y continuar con mis proyectos porque, incluso en países como Malawi, la conexión a Internet es buena.
“Por muchos problemas que atravesemos, Europa sigue siendo uno de los mejores lugares del mundo para vivir”
¿Tienes algún país favorito?
No, todos tienen pros y contras. Pero sé, después de estar en más de 40 países, que por muchos problemas que atravesemos Europa sigue siendo uno de los mejores lugares del mundo para vivir.
¿Qué echas de menos de Munich cuando viajas?
El ambiente, especialmente en verano. Munich tiene un encanto especial: la gente haciendo barbacoas en el río, los beer gardens, la comida bávara…
Has probado miles de bicicletas. ¿Cuál es la de tus sueños?
Hay tantas bicis increíbles que es difícil decidirse por una… Pero, si me haces elegir, mi cuadro preferido es el Klein Quantum Pro. Es una pena que ya no se produzcan más.
Has ganado el campeonato del mundo de ciclismo para periodistas… ¿Fue difícil?
Entrenaba mucho cuando era más joven: en mis mejores años hacía 15.000 kilómetros al año, así que mi cuerpo sabe como competir. Este año sólo hice 4.000, pero fue suficiente. El WPCC (World Press Cycling Championship) no es probablemente la competición más dura que existe, pero es agradable conocer a otros periodistas con los que compartes la misma pasión.