Danza, tecnología, música… y bicicletas. Son sólo algunos de los ingredientes que forman parte de Villa Quitapenas, el espectáculo teatral para todos los públicos que desembarca este fin de semana en Madrid a cargo de la compañía valenciana La Lola Boreal. El montaje está inspirado en la figura del desaparecido Tío Pep, toda una institución en el barrio del Cabanyal, donde se ubicaba su taller de bicicletas. Villa Quitapenas se podrá ver en el teatro Cuarta Pared, este domingo, a las 17.30 h. Ciclosfera ha hablado con Helena Gómez, una de las integrantes de la compañía.
¿Qué va a ver el público que se acerque este domingo a ver Villa Quitapenas?
Va a ver una obra interactiva con danza, tecnología y dibujo, pero que sobre todo tiene personas y bicicletas. El desarrollo de la obra transcurre de una manera particular. Tras presentar a los personajes, Cris, Aurora y Helena, y explicar las reglas del juego, se ofrecerá al público la posibilidad de elegir entre dos o tres escenas. Votarán qué escena quieren ver con tres folios de colores, y se hará la que elija la mayoría. Dependiendo de lo que elijan, se encontrarán con las ocurrencias de Helena, la historia del Tío Pep o un viaje en bicicleta hasta la playa. A modo de resumen, la escena final recogerá pinceladas de las escenas que no se hicieron. El público saldrá con buen rollo, pero también con ganas de ir en bici y de bailar.
“Queríamos hacer una obra sobre bicicletas: todas nos movemos en bici y pensamos que es algo más que un medio transporte”
¿A qué tipo de público va dirigida?
Es un espectáculo para todos los públicos. Los niños lo disfrutarán porque no se les exige permanecer callados y pasivos. Los audiovisuales, la música y las coreografías captarán su atención. Los papás y los adultos sin niños se entretendrán con elementos que rememorarán su propia infancia, pero también con las reacciones de los pequeños y con el sentimiento de grupo. ¿Qué aporta al espectador el componente interactivo de la obra?
Uno de los puntos de partida de Villa Quitapenas es integrar al público como elemento activo y participativo en el
transcurso de la obra. A través de esa participación se crea un ambiente distendido, lúdico y cercano. Los espectadores se manifiestan, hablan, intentan convencer al de al lado y se emocionan si su elección es la que finalmente se lleva a cabo.
¿Qué papel juega la bicicleta en este montaje? ¿Y en tu vida?
Toda la obra gira en torno a la bicicleta. De hecho, Lola, que es la bicicleta que utilizamos en escena, tiene su propia historia en la obra, pero ya lo descubriréis si venís a verla. Nosotras queríamos hacer una obra de bicicletas, todas nos movemos en bici y pensamos que es algo más que un medio de transporte. Es una manera de ser consecuente con el respeto al medio ambiente, al cuerpo, al resto de ciudadanos y una buena forma de mantenerse activos e independientes.
¿Qué papel juega la figura del Tío Pep en la obra?
Un día fuimos a un taller de bicicletas y el mecánico nos contó la historia de El Tío Pep, un mecánico de bicis que vivía en un antiguo barrio de pescadores de Valencia (El Cabanyal). Su casa y taller se llamaba Villa Quitapenas. Era conocido en el barrio por crear bicicletas extravagantes y carteles críticos. Cuando conocimos su historia supimos que habíamos encontrado un título para nuestra obra y una historia que contar, la de un hombre que realmente compartió su vida con las bicicletas, siempre optimista, creativo, honesto… Demostrando en su día a día que el mundo puede ser diferente. ¿Cómo definirías la situación actual de la bici en tu ciudad, Valencia?
Valencia es una ciudad llanísima, con un clima envidiable y con muchos ciclistas, aunque no tantos como nos gustaría. La ciudad está viviendo transformaciones a favor de la bicicleta, pero son muy lentas y a menudo mal planteadas. Los conductores circulan a una velocidad excesiva y la mala planificación de los carriles bici junto con la poca conciencia del tráfico enfrenta a dos colectivos que podrían y deberían convivir respetuosamente. Villa Quitapenas no es una obra “panfletaria”, pero sí tiene una intencionalidad clara: ofrecer una visión positiva del ciclismo urbano. Queremos potenciar el interés de la gente por el uso de la bicicleta como medio de transporte perfecto para la ciudad; que los niños pidan una bici para su cumple, que los mayores descubran que hace tiempo que no la cogen y los ciclistas se sientan identificados con algunas de las anécdotas. Queremos una ciudad en la que las calzadas se llenen de bicicletas, y estamos seguras de que sería una mejor ciudad para todos.