Ciudades

El futuro de las ciudades, sobre la mesa

Con motivo del Día Mundial del Urbanismo hablamos con Jon Aguirre Such, de Paisaje Transversal, plataforma que este jueves presenta en Madrid su libro ‘Escuchar y transformar la ciudad. Urbanismo colaborativo y participación ciudadana’.

Se calcula que el 54% de la población del mundo vive en ciudades. Un porcentaje que, de cara al año 2050, aumentará hasta el 66%, según datos de la ONU. Es por ello que la planificación urbana es un elemento clave en nuestras vidas, hasta el punto de que nos afecta de manera decisiva a todos los niveles.

Con el objetivo de promover el papel de la planificación en la creación de comunidades urbanas sostenibles, el urbanista Ingeniero Carlos Maria della Paolera, primer catedrático de Urbanismo en Argentina, propuso en 1949 la creación del Día Mundial del Urbanismo, que desde entonces se celebra todos los años el 8 de noviembre.

En ese marco, la oficina de innovación urbana Paisaje Transversal, que combina la participación ciudadana con la visión técnica del urbanismo, presenta este jueves el libro ‘Escuchar y transformar la ciudad. Urbanismo colaborativo y participación ciudadana’, coeditado entre Libros de la Catarata y la Fundación Arquia. La cita será a las 19.30 en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Calle de Hortaleza 63, 28004 Madrid).

“Estamos en un momento histórico y de transición en las políticas urbanas a nivel mundial”, señala Jon Aguirre Such, arquitecto y uno de los socios de Paisaje Transversal. “El marco de la agenda 2030 así como todas sus derivadas, están llevando a otra manera de pensar las ciudades. No es algo nuevo, porque hace tiempo que se viene trabajando en Europa en otra forma de hacer urbanismo desde la sostenibilidad, pero esto es una llamada final a que las cosas cambien radicalmente”.

En ese marco decisivo, y dados sus más de diez años de experiencia en la materia, desde Paisaje Transversal consideraban importante aportar, “en un momento crítico”, su experiencia, conocimiento y metodologías de cara a convertir las ciudades en “lugares donde se pueda vivir dignamente”. “En España, el urbanismo no ha evolucionado”, lamenta Aguirre. “Son muy pocas, casi inexistentes, las propuestas de un planteamiento urbanístico mucho más social, transversal y participativo. Creemos que es necesario plantear un debate al respecto, y de ahí este libro”.

“El urbanismo tiene que ser una herramienta para permitir una construcción democrática de las ciudades”

De cara a esa necesidad de repensar las ciudades, hay varios elementos clave. “En primer lugar, tienen que planificarse a través de nuevos instrumentos y herramientas más ágiles y adaptables a los cambios y las situaciones mutantes de la ciudad”, explica Jon. “También atendiendo a dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, la integralidad: que cuando se piense en urbanismo no sólo se piense en lo físico, sino también en lo social, en lo ambiental y en lo económico: la ciudad es un ente complejo y vivo que no entiende sólo de movilidad, de comercio o asuntos sociales, sino que tiene ser mucho más integral. Y en segundo lugar, la participación ciudadana y de todos los agentes que operan en el territorio. El urbanismo tiene que ser una herramienta para permitir una construcción democrática de las ciudades, y la participación ciudadana es clave”.

En este último aspecto, el de la participación ciudadana, Jon está convencido de que hemos avanzado mucho en los últimos años, pero también de que queda mucho camino por recorrer. “Muchas veces la participación tiende a banalizarse y a confundirse de manera perversa”, denuncia. “No puede consistir únicamente en hacer propuestas ya precocinadas: tiene que ser un proceso de aprendizaje y construcción colectiva de la ciudad entre todos los agentes: administración pública, ciudadanía, tejido social y asociativo, empresas privadas, entidades científicas, universidades… es lo que nosotros llamamos la negociación urbana. Ha de ser un proceso de generar instrumentos para dotar de poder y de capacidad de toma de decisiones a la ciudadanía y a las personas que habitan las ciudades y los barrios. Ellos son los que van a recibir las transformaciones que se proyectan desde el urbanismo”, concluye.