¿Cuándo y por qué te lanzaste a este viaje?
Esta aventura comenzó en 2015, cuando realicé un viaje hasta Pekín desde Madrid. Mi viaje pretende completar una vuelta al mundo por los cinco continentes y en cuatro etapas. Ahora he cubierto la etapa americana, de Ushuaia a Alaska, y el próximo es África. Todo, por el placer de ver si soy capaz de superar este reto que aún tiene que continuar. ¡Apenas he hecho la mitad!
¿Qué ha sido lo más duro y lo más reconfortante del recorrido?
Lo más duro ha sido, sin lugar a dudas, viajar solo. Especialmente cuando uno es una persona sociable como yo. Eso es peor que cualquier condición atmosférica desfavorable o el desgaste físico. Y eso que por momentos ha sido especialmente extremo: en el primer viaje atravesé el desierto de Taklamakán, que son 3.000 kilómetros en los que no hay absolutamente nada y pedaleas a 60 grados. En este he subido la cordillera de los Andes en Bolivia, a 5.000 metros, con 20 grados bajo cero al caer la noche. Pero nada de ello es comparable a la soledad. También es especialmente duro ver todo el tráfico de seres humanos en determinadas fronteras: se está viviendo un verdadero drama.
Lo más reconfortante de este tipo de viajes es siempre lo mismo: la gente. Porque hay playas bonitas, montañas y selvas espectaculares en muchos lugares, pero lo que marca la diferencia son las personas que conoces en el camino. Ver cómo te reciben cuando llegas en bicicleta a un pueblo perdido, o cómo te jalean al borde de la carretera, es algo incomparable. Tengo que decirlo: en los países más humildes es donde la gente me ha tratado con más cariño. E incluso los sitios con dudosa reputación, como Sinaloa, Sonora, Honduras o El Salvador, es donde mejor me han recibido”.
“En los países más humildes es donde la gente me ha tratado con más cariño”
¿Alguna vez, en alguno de esos momentos difíciles, has pensado en dejarlo todo y tirar la toalla?
No quiero pecar de arrogante, pero lo cierto es que no. Soy un cabezón por naturaleza y nunca me echo atrás. Cuando me vienen los momentos difíciles es cuando se me pone dura, y perdón por la grosería. Busco la aventura: viajar en bicicleta e ir parando en hoteles, con todas las etapas planeadas, no me llama la atención. Lo que me gusta y me motiva es hacerlo de forma austera, con muy poco dinero. Eso es lo difícil.
¿De qué país te has enamorado por encima del resto?
En América, el primero del ránking es sin duda México, a donde he vuelto tras completar el viaje. Y el segundo, Colombia. En Asia me quedo con Irán y Uzbekistán, donde la gente fue maravillosa y muy legal conmigo.
“Soy un cabezón por naturaleza y nunca me echo atrás. Cuando me vienen los momentos difíciles es cuando se me pone dura”
¿Y en el otro extremo? ¿Dónde te has sentido menos cómodo?
No sé si por mi carácter, pero EE UU me ha parecido una sociedad muy individualista. Ir allí como yo he ido, prácticamente de vagabundo, y cómo te trata la gente por ello, no te hace sentir bien. He notado un clasismo que, por otra parte, tampoco es extraño en Europa. Por supuesto también ha habido gente que me ha tratado muy bien, pero tengo que decir que no es precisamente el país donde mejor he estado.