El calor es intenso y la humedad casi insoportable en Taichung, la tercera ciudad de Taiwán. A las puertas de las oficinas de Axman, uno de los mayores fabricantes de bicicletas de la isla, su director sonríe y da la mano, uno a uno, a periodistas de todas partes del mundo. De pronto, un simpático ciclista entra en escena: ha venido pedaleando desde Taipéi (171 kilómetros) en su Axman, marca de la que es un fan declarado. Y lo ha hecho descalzo, su manera habitual de montar. El director le agradece el gesto y posa con él. Al fin y al cabo, no hay mejor embajador de una marca que un cliente orgulloso.
El orgullo es uno de los sentimientos que destila cada uno de los trabajadores y responsables de las marcas locales. El país es, con permiso de China, el mayor fabricante del mundo, pero sus bicis son, en sus propias palabras, monturas de gran calidad y muy alejadas del concepto de bicicleta barata que representa el sello ‘made in China’.
Y es que la constante tensión entre Taiwán (cuyo nombre oficial es República de China, frente al de República Popular que recibe la China continental) y el gigante asiático también se hace notar en esta industria. Políticamente la isla vive en un singular limbo legal, y es reconocida como estado independiente sólo por una minoría de países del mundo. Una situación de constante tensión con el Gobierno chino, que en 2005 aprobó la Ley Anti-Secesión para autorizar el uso de la fuerza para recuperar el control del territorio sublevado. Hace apenas unas semanas un exgeneral chino clamaba por una invasión militar, en lo que fue el penúltimo episodio de una escalada verbal sin fin.
Entre China y Japón
Ajenos a todo, los taiwaneses hacen su vida. Las calles de Taipei, Taichung o Hsinchu son un hervidero de gente en constante movimiento. Centenares, miles de puestos de comida callejera ofrecen manjares insólitos: del famoso stinky toufu (literalmente “tofu apestoso”, no apto para narices sensibles) hasta el omnipresente arroz con pollo, ternera, cerdo o cualquier animal imaginable, pasando por supuesto por una de las delicias autóctonas: la serpiente. El carácter local mezcla la amabilidad y el orden japonés con la omnipresente herencia china y las calles muestran una limpieza extrema, casi irreal.
Las bicicletas, sin embargo, no gozan de un estatus preeminente allí. Ruidosos scooters serpentean en todas direcciones, y sólo un puñado de valientes se atreve a pedalear por las amplias avenidas. Los escasos carriles bici se ubican en las aceras, principalmente en Taipei, y la creciente polución no parece animar a pedalear.
Pese a ello, Tony Lo es optimista. Durante la presentación de la trigésima edición del Taipei Cycle Show, la feria de la bicicleta de la capital taiwanesa, el CEO de la Taiwán Bicycle Association (TBA) se muestra convencido de que el futuro es esperanzador. Algo que se plasma en el eslogan de la próxima edición de la cita, A New Worldview On Cycling, y que trata de minimizar un dato precupante: durante la primera mitad de 2016, las exportaciones de bicicletas ‘made in’ Taiwán descendieron un 20%. Al menos la venta de componentes y accesorios sigue ascendiendo.
Los datos abruman. Durante los ocho primeros meses de 2016, Taiwán exportó algo más de 2 millones de bicicletas. O, lo que es lo mismo, generó un volumen de negocio de unos 985 millones de euros. La UE es su principal mercado, con un 58% del volumen total, seguido de Norteamérica con un 19,96% y, ya lejos, el mercado asiático.
La pujanza del sector se plasma cada año en el Taipei Cycle Show. Un evento que tendrá lugar del 22 al 25 de marzo de 2017 y que, de cara a 2018, se traslada a finales de octubre. Coincidirá con la Taichung Cycle Week, aunque en palabras del propio Tony Lo no pretende sustituir dicha feria sino servir de mero complemento. Allí, ojalá, estaremos de nuevo para ver en primera persona qué se cuece en este lugar fundamental de la industria.
Donde se hace la magia
Ciclosfera fue el único medio español invitado a la presentación del Taipei Cycle Show en Taichung. Toda una semana en la que pudimos conocer las principales fábricas de bicicletas locales: desde Pacific Cycles, la firma detrás de maravillas como la plegable RideMe, a la gigantesca Axman, pasando por el fabricante de bujes Hubsmith, la fábrica de ruedas Novatec o TD Hitech Energy Co, uno de los más importantes fabricantes de baterías para bicicletas eléctricas. Además, tuvimos ocasión de visitar la Taichung Bicycle Week y de ver y tocar productos que pronto estarán en el mercado, como el sorprendente Arofly, un ingenioso e hipertecnológico sistema para registrar tus rodadas del que ya hemos hablado en nuestra web.