Para quien no te conozca más allá de las redes sociales, ¿quién eres?
Tengo 46 años y vivo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Mucha gente me admira y piensa que soy una persona increíble aunque, en realidad, soy un tipo incómodo, complejo y difícil a quien le gusta estar solo. Gran parte del encanto del ciclismo está en la fraternidad que implica compartir pedaladas con otros, pero siempre hay quien prefiere hacerlo solo… ¡Yo soy ese lobo solitario!
Además de montar mucho en bici, ¿a qué te dedicas?
Soy el director creativo de SaKO7, una marca de ropa ciclista que fundé en 2014. Pero también soy representante de otras marcas líderes en este sector, como Look, Mavic o Shimano.
“El ciclismo lo es todo para mí: vivo para pedalear”
¿Qué papel juega la bicicleta en tu vida?
La bici no juega un papel en mi vida: es mi vida. El ciclismo lo es todo para mí: vivo para pedalear.
¿Cómo te ha cambiado la bici la vida?
De varias formas, todas ellas muy importantes. Para empezar, me ha dado trabajo: me gano la vida gracias a ella. Y, además, pedalear me ha ayudado a sobrellevar la depresión con la que he luchado durante la mayor parte de mi vida adulta.
¿Qué bici usas?
Actualmente, una Look 785 Huez RS. Está equipada con la serie Shimano Ultegra 8000 Di2, y cambio de ruedas según las condiciones.
“Apuesto por mostrar la realidad: si aparento ser un gruñón es porque lo soy”
¿Qué crees que te ha llevado a tener más de 65.000 seguidores en Instagram?
Creo que, al retratarme allí, me transformo. Mi imagen, mi actitud, son diferentes a las de otra mucha gente. Puede que no le guste a todo el mundo, pero sí creo que lo que ofrezco es auténtico. No trato de ser nadie, no quiero aparentar nada: soy lo que soy. Real y honesto. Las redes sociales se prestan a la falsedad, son un lugar idóneo para que la gente aparente ser exactamente lo contrario a lo que en realidad es. Yo, por mi parte, apuesto por todo lo contrario: la realidad. Si soy un tonto malhumorado, lo muestro. Si aparento ser un gruñón es porque lo soy.
¿Por qué elegir una foto u otra?
No es fácil: puedo salir a dar una vuelta pedaleando y hacerme 30 ó 40 selfies para obtener la imagen correcta, la que considero que tendrá el impacto requerido. Pero también edito muchas imágenes, convirtiendo algunas en algo parecido a una obra de arte. Y, por supuesto, también me gusta compartir imágenes tomadas por fotógrafos profesionales, que a través de su trabajo cuentan una historia y dialogan con el espectador.
Tienes muchas fotos en la carretera… ¿usas también la bici por la ciudad?
Por supuesto. No tengo coche, así que la bicicleta es mi único medio de transporte. Y, si alguna vez necesito un coche para algo excepcional, recurro a Uber.
¿Alguna vez has montado en bici en España?
Por desgracia, no. Pero, de hacerlo, iría a cualquier sitio menos a Girona, porque es el cliché, el lugar al que todos los ciclistas de por aquí presumen de ir. Lo más probable es que mi bicicleta y yo nos fuésemos a algún lugar lejos de todo, sin multitudes. ¡Nos gusta disfrutar de la soledad!
[Este reportaje forma parte de la edición impresa de Ciclosfera #29. Lee el número completo aquí]