Santiago Sánchez tiene 38 años. Trabajaba para una empresa logística y tenía un gimnasio en el que daba clases de boxeo. De un tiempo a esta parte, ha convertido su gran pasión, viajar, en algo parecido a una forma de vida. Estos días realiza un larguísimo viaje desde su Alcalá de Henares natal hasta la lejana Arabia Saudí, donde el próximo mes de enero se celebra la Supercopa de España. Pero tras el viaje hay mucho más que pasión por el deporte rey: también un objetivo solidario. Hablamos con él a mitad de su periplo.
¿Cómo surgió la idea de hacer este viaje? ¿Cuál es tu objetivo?
En mi anterior viaje por Sudamérica conocí realidades muy duras: estuve en un orfanato de Río de Janeiro que me hizo darme cuenta de lo afortunado que era: conocí niños que no tenían ni siquiera unas zapatillas, pero que sin embargo jugaban al fútbol con una gran sonrisa. El próximo mes de enero se juega en Arabia Saudí la Supercopa de España, así que he decidido pedalear hasta allí e ir parando en diferentes orfanatos y fundaciones. También voy recogiendo plásticos en distintos pueblos y ciudades, que luego cambio por un plato de comida o una ducha. ¿El objetivo último? Quiero demostrar que en todas partes hay gente buena, vayas donde vayas. Personas que te abren las puertas de sus casas y están dispuestas a ayudarte con lo que sea.
“Quiero demostrar que en todas partes hay gente buena, vayas donde vayas”
El viaje lo realizas a lomos de una Trek. ¿Qué relación te une con la marca?
Es una buena pregunta… Al empezar a dar forma a este proyecto, mi amigo Pablo Navascúes, exboxeador profesional, me puso en contacto con el cantante Dani Martín. Dani me dijo que él me compraba la bicicleta y el material, porque le gustaba tanto el proyecto que estaba decidido a ayudarme. Dani entró en contacto con el director de Trek, quien decidió patrocinar el viaje. Aparte, en todos los países por los que voy pasando me van dando direcciones a donde puedo ir para poner la bici a punto y renovar el material.
¿Qué modelo es y qué es lo que más te gusta de ella?
No voy a mentir: soy nuevo en el mundo de la bicicleta. Me encanta el deporte: llevo toda la vida practicando fútbol y boxeo. Decidí hacer este viaje en bici para demostrar que quien quiere, puede. La bici es una Trek 520 de cicloturismo. Es antigua, con un cuadro de acero. Y para mí es perfecta Un auténtico pepino que en casi 4.000 kilómetros no me ha dado un solo problema. El único problema que tenga es la postura, ya que paso hasta diez horas diaria.
“Los países que me han sorprendido han sido los más humildes”
Antes de este viaje has recorrido mucho mundo. ¿Qué países te han sorprendido más?
He estado en 72 países, la mayoría de veces en solitario y siempre de manera muy austera. Los países que me han sorprendido han sido los más humildes. No me gusta decir que son países pobres, porque pobres son los que no tienen valores, no los que no tienen dinero. Los países árabes, como Marruecos, Omán o Argelia son los que más me han sorprendido ha habido casas a las que he tenido que llamar al caer la noche y sin conocerme de nada me han ofrecido su casa, su comida y una cama. De hecho a día de hoy tengo amigos de todas partes del mundo que vienen a mi casa a veranear. También me sorprendió mucho Brasil, donde la gente es especialmente cálida, cercana y alegre.
¿Qué otros viajes planeas de cara al futuro?
Cuando llegue en enero a Arabia Saudí tengo pensado recorrer Irán, Kuwait, Jordania, Israel y el resto de países del medio oriente. Después tengo pensado recorrer África con una caravana y en compañía de un amigo, intentando que se sumen personas famosas o alguna marca para intentar hacer algo muy grande. Está todo en el aire, pero creo que saldrá adelante.