Fue hace unas semanas cuando nos llegó la Basil Ever Green, uno de los muchos productos orientados al ciclismo del casi interminable catálogo de la prestigiosa marca de los Países Bajos. Nada más abrir la caja, nos encontramos con uno de esos extraños objetos que te enamoran desde la primera impresión. Porque lo primero que llama la atención de esta alforja (y mochila, como después te contaremos en profundidad) es su atractivo diseño, con un estampado lleno de motivos botánicos y creado, a mano, por una artista: Meggy Lemmens. Como en Ciclosfera nos gusta tanto el arte lo primero que hicimos, incluso antes de probar la mochila, fue indagar sobre la obra de Lemmens, y hemos descubierto a una artista excelente, que colabora con múltiples firmas y, casi siempre, con un estilo que gira en torno a la naturaleza y la alegría, precisamente las dos cosas que irradia la Basil Ever Green.
Pero hay algo más, y es muy importante. El estampado de la Basil Ever Green ha sido realizado sobre un material muy especial, que recrea el tacto del algodón pero está compuesto, en un 40%, de plástico PET reciclado. Una tela que no solo repele el agua, sino que además, según la marca, contiene al menos ¡21 botellas de plástico recicladas de 350 ml! A simple vista, desde luego, nadie podría imaginar el origen de la mochila, porque tanto a la vista como al tacto su apariencia es absolutamente normal. Queríamos empezar con este detalle porque nos parece muy significativo: con acciones como esta, marcas como Basil demuestran que otro mundo es posible, que la fabricación de nuevos productos puede ser mucho más sostenible y que como decíamos al principio, el hecho de ser bonito (muy bonito), agradable y práctico no está reñido con cuidar el medio ambiente.
El estar hecha en un 40% con plástico PET reciclado muestra que la belleza, calidad y resistencia pueden llevarse muy bien con el respeto al medio ambiente
Pero sigamos con la Basil Ever Green. Lo segundo que llama la atención, en cuanto nos ponemos a manipularla, es su notable capacidad. Hablamos de una mochila-alforja que, con el cierre superior doblado, está en torno a los 14 litros, que pueden convertirse en 19 litros si no la doblamos. En ese tamaño, incluso en el de 14 litros, desde luego cabe casi cualquier cosa que necesites. Pero de ese interior vamos a hablar en otro momento, después de reseñar otro de los aspectos que más nos han gustado: la posibilidad de llevarla perfectamente sujeta a casi cualquier bicicleta o, en cuanto lleguemos a nuestro destino (o si dejamos la bici en casa), la opción de llevar la bolsa como una mochila, enganchada a nuestra espalda o hasta como bandolera, enganchada a un hombro.
Las correas de la mochila transmiten, como es norma habitual en Basil, una inmejorable sensación de calidad. Están hechas con piel vegana (otro ejemplo del compromiso de Basil con el medio ambiente), son muy elegantes y, al menos después de nuestro test (bastante intenso), mostraban un aspecto inmejorable, como nuevas. Repetimos: la mochila cuenta, en su parte trasera, con un cómodo y sencillo enganche (el Basil Hook System) para llevar la alforja en el transportín de la bicicleta. Pero, como arte de magia, ese enganche se esconde, dejando a la vista simplemente dos correas para usarla como una mochila. Comodidad y polivalencia absolutas, y la enésima muestra del buen hacer de Basil en este campo. De más está decir, además, que la bolsa cuenta con detalles reflectantes, por que pese a su elegancia y belleza Basil no ha olvidado el público al que se dirige: gente que se mueve en bicicleta, por lo que toda seguridad siempre es bienvenida. ¡Chapó!
Cómoda y polivalente: la Basil Ever-Green puede usarse como mochila a la espalda, alforja en la bici y hasta bandolera en un hombro
Toca, ahora, hablar del interior. Al abrir la alforja, encontramos un elegante color crema, que combina a la perfección con los detalles de cuero vegano en marrón oscuro que ya encontrábamos en las correas del exterior. El acabado es magnífico, y desde luego la practicidad también. Porque, nada más abrir la cremallera, veremos un bolsillo muy amplio interior también con cremallera, en el que guardar objetos de forma muy segura. Inmediatamente debajo hay otro bolsillo, este cerrado con un botón color cobre, como el resto de detalles metálicos del conjunto. Ya en la parte delantera había otro bolsillo adicional con cierre también magnético. En resumen: muchos compartimentos, un tacto excelente y la sensación de que la Ever Green va a hacer muchos, muchos kilómetros con nosotros.
Como siempre, queda hablar del precio de la mochila. El de la Basil Ever Green es de 56,99€, y nos parece muy lógico y recomendable. ¿Por qué? Por resumir, sobran los argumentos. Es una mochila muy polivalente por la posibilidad de usarla como bandolera, mochila o alforja lateral de bicicleta. Indudablemente, es muy bonita, y detalles como el haber sido diseñada a mano por una artista muestran el cuidado y cariño puesto en el producto. El estar hecha, en gran parte, con materiales reciclados y respetuosos con el medio ambiente es un enorme punto a favor. Pero es que, además, eso no va reñido con un tacto que transmite calidad por los cuatro costados. ¿En resumen? ¡Bravo por la Basil Ever Green, ojalá veamos muchas enganchadas a preciosas bicicletas!