Elegir un sillín no es una labor sencilla. No podemos dejarnos llevar solo por su aspecto. Por mucho que nos guste el diseño de un asiento para nuestra bicicleta, necesitamos saber si nos va a resultar molesto o no. Hay que buscar comodidad. En este aspecto, la innovación de las compañías no para de abrir nuevos caminos y las soluciones que tenemos ante nosotros son casi infinitas.
Es el caso de Selle Italia. Cada uno de sus productos suele estar en lo más alto en innovación y diseño. Pero este GT-1 va un paso más allá, y no es la primera vez que te hablamos de él. Ha sido diseñado para satisfacer las necesidades diarias de todos los ciclistas urbanitas, tanto aquellos que se mueven con bicis convencionales como quienes prefieren la asistencia eléctrica.
Hemos decidido realizar la prueba con una bicicleta convencional porque, precisamente en un componente tan importante como el sillín, sabemos a ciencia cierta que, si funciona como debe funcionar en una bicicleta sin motor eléctrico, va a resultar también perfecto para cualquier e-bike.
Y como es genial para cualquiera, antes de seguir con la prueba queremos contarte que, gracias a CDC Sport, sorteamos un GT-1. Así podrás estrenarlo este mismo otoño. Tienes toda la información en nuestras redes sociales (Instagram, X y Facebook). Estás tardando en participar.
Ligero, minimalista y práctico
294gr es muy poco peso y es lo que marca la báscula cuando pesamos el GT-1. Desde luego está muy por debajo del peso medio de cualquier sillín de enfoque urbano que podamos encontrar en el mercado. Sobre todo, teniendo en cuenta el confort que nos va a proporcionar, pero de eso hablaremos más adelante.
La razón de su ligereza es casi conceptual. Todo el diseño se basa en tan solo tres componentes: un marco robusto, una carcasa sólida y el relleno de EVA. El resultado es un producto que, como las cosas realmente útiles y funcionales, no llama la atención. Es limpio, minimalista, de líneas sobrias, discreto y, sin embargo, ofrece un elegante acabado al conjunto final de nuestra bici. Pero solo conoceremos sus verdaderas posibilidades cuando podamos hacerle algunos kilómetros.
Al instalarlo sobre nuestra tija encontramos los raíles centrales marcados por unas bien explicadas reglas que nos delimitan claramente cómo debemos situarlo en la nuez. Este tipo de detalles nos gustan especialmente porque nos da la seguridad de estar haciendo las cosas bien sin ser expertos en biomecánica. Solo tendremos que hacer pequeños ajustes en los primeros kilómetros hasta dar con la postura exacta.
Ergonómico y eficiente
Las primeras pedaladas con un sillín nuevo casi siempre ofrecen dudas. ¿He acertado comprándolo? ¿Es cómodo realmente? ¿Me duele? ¿No me duele? Tenemos que dejar que nuestro cuerpo se acostumbre a él. Y eso pasa siempre.
En ese aspecto, GT-1 de Selle Italia no es una excepción. Las primeras pedaladas hacen que tengamos que acomodarnos varias veces hasta encontrar la postura adecuada. Pero el relleno de EVA y su sorprendente capacidad de adaptarse a nuestro físico hacen su trabajo casi de inmediato.
Nos olvidamos de estar haciendo una prueba a un sillín y eso es precisamente lo mejor del GT-1 de Selle Italia
Los primeros diez kilómetros pasan enseguida y nos olvidamos por completo de que estamos haciendo una prueba y, precisamente eso es lo que queremos de un sillín, olvidarnos de él. Pero algo llama nuestra atención. Nuestro pedaleo es ligeramente más eficiente. O eso nos parece. Pero ¿por qué? ¿A qué es debido?
La respuesta es sencilla. No nos resbalamos ni un milímetro. Estamos cómodos, pero perfectamente anclados a la bicicleta y vemos que nuestra fuerza se aplica directamente al pedal sin que tengamos que preocuparnos de corregir nuestra postura cada poco.
Esta estabilidad hace que estemos aún más seguros en giros y bajadas rápidas. La funda rellena de EVA, la carcasa sólida y la estructura son las tres responsables de esa estabilidad. En Selle Italia han conseguido que bicicleta y ciclista se unan de forma natural convirtiéndose en una misma cosa. Volamos por la ciudad con la mayor seguridad.
Buscamos más motivos. El ancho de 180mm es, sin duda, uno de ellos, pero también su construcción abierta. Ambas características nos ofrecen una buena base capaz de adaptarse a la ergonomía de muchos y muy diferentes ciclistas.
Es un detalle importante porque muchas veces necesitamos un sillín que pueda ser usado por diferentes personas, por ejemplo, en una bici familiar que todos puedan coger en casa en cualquier momento. Pequeños, mayores, hombres, mujeres. GT-1 se amolda sin problema a quien lo use.
Pero continúan pasando los kilómetros de nuestra prueba y continuamos anclados y sin sufrir. La zona lumbar no se resiente, el área perineal tampoco, no hay resentimiento en las rodillas ni en las muñecas y, sin embargo, tenemos prácticamente todo nuestro peso sobre el sillín. Vamos erguidos, en una postura muy urbana. ¿Puede ser que este sillín nos convierta en mejores ciclistas?
Notamos cómo nos acompaña con naturalidad al pedaleo, rehaciendo su forma constantemente, milímetro a milímetro, para adaptarse a nosotros según apretamos las bielas a derecha e izquierda. Es como tener el sillín adecuado para cada milisegundo, para cada centímetro de nuestra cadencia.
Vístete como quieras
Probar un sillín urbano requiere hacer otras cosas, no sólo kilómetros sobre él. Hay que ver cómo se comporta con diferentes tipos de pantalones. Pues claro. No vestimos igual todos los días para ir a trabajar y aquí vuelve a sacar buena nota el Selle Italia GT-1.
Estable y eficiente con cualquier tipo de pantalón: vaquero, chino o hasta de traje
Con pantalones vaqueros o con pantalones chinos, con un culote de ruta o con unas pinzas de traje y hasta con chándal. El GT-1 sigue ofreciendo estabilidad y sigue sin resbalar. Empezamos a pensar que todos los sillines del mundo a partir de ahora deberían parecerse a este.
Toque eco
Hay que hablar de ello porque no todos los productos tienen, además, un enfoque sostenible y siempre es agradable saber que lo que usamos o compramos aporta su granito de arena al medio ambiente.
Selle Italia incorpora el sistema Lock-On. Está en el ensamblaje del sillín, que se realiza sin utilizar pegamentos ni colas y reduce el impacto ambiental y la huella de carbono en su elaboración haciendo que, además, sea mucho más fácil su reciclado.
Este tipo de detalles comienzan a ser prioritarios y cobran cada vez más importancia en el sector de la bici. No solo por una cuestión de responsabilidad de marca, sino también porque los usuarios, cada vez más concienciados, empiezan a demandarlo.
Sillín eterno
Le hemos dado caña durante varias semanas. Rutas largas de fin de semana sin bajarnos de la bici, días de diario en los que hacemos un millón de gestiones subiendo y bajando constantemente de la bici, lluvia, sol, apoyamos la bici en una pared… GT-1 nos sigue. No le afecta nuestro ritmo de vida y entra en casa cada día como si lo hubiéramos comprado hace unas horas.
El secreto está en el Self Skin Cover, el revestimiento altamente resistente al desgaste que cumple con la promesa de Selle Italia cuando nos dice que el sillín “aguanta con todo”. Sin marcas ni signos visibles de desgaste. Nos gusta.
La cuenta
Si hubiéramos sabido de antemano todo lo que sabemos del Selle Italia GT-1 nunca hubiéramos imaginado que su precio fuese de tan solo 34,90€, porque estamos hablando de un componente con características de alta gama. O muy cerca de la alta gama.
La pregunta es siempre la misma: ¿merece la pena? Teniendo en cuenta su durabilidad y eficiencia, la respuesta es un gran “sí”. Si le sumamos el equilibrio alcanzado entre sencillez y funcionalidad, ya no cabe duda. Si pensabas cambiar de sillín o te estás montando tu propia máquina urbana y buscabas algo práctico, elegante y eterno, GT-1 es una gran alternativa.
Prueba del sillín Selle Italia GT-1 (34,90€)
Diseñado para reducir la presión y las molestias en las zonas más delicadas, puntos clave para que montar en bicicleta no sea una tortura. Por 34,90€ se nos antoja una opción perfecta para una bici de diario, urbana o cicloturista, sufrida, la que no te falla. Puede que no hayas pensado en cambiar de sillín, pero también puede que vaya siendo el momento. Fuerte agarre, aumenta la eficacia de nuestra pedalada y nos gusta físicamente. Saca una gran nota en nuestra prueba.
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Estética
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Eficiencia
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Diseño
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Resistencia
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Montaje
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Relación calidad/precio