Un documento para cambiarlo todo. O al menos, para empezar a caminar en la buena dirección en lo que a movilidad ciclista se refiere. Así entienden algunos expertos que es el Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta (PEEB), un documento que firman algunas de las principales organizaciones ciclistas españolas como Conbici, la Red de Ciudades por la Bicicleta, la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) o la Red de Ciclojuristas (RCJ), entre otras.
Función social de la bici
“El Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta es la hoja de ruta para dar un gran espaldarazo a la normalización y promoción de la bicicleta en España”, explica Manuel Martín, Director Técnico de Conbici. “Supone implicar a todos los estamentos y administraciones para que la bicicleta pueda cumplir mejor la función social de la que ya se están beneficiando las ciudades más avanzadas en movilidad sostenible, y que se traducen en reducción de emisiones contaminantes, mejor salud pública y mayor seguridad vial”.
“Un PEEB es necesario, como demuestra la experiencia en Alemania, Francia o Reino Unido, por poner tres ejemplos, porque es imprescindible coordinar las diferentes iniciativas en favor de la bicicleta que están desarrollándose desde los tres niveles de la administración (nacional, autonómico y sobre todo local)”, recalca Carlos Núñez, Secretario de AMBE. “Si estamos convencidos del potencial de la bicicleta como medio de transporte saludable y sostenible, si estamos convencidos del potencial de generación de riqueza y empleo en torno a la bicicleta, entonces debemos considerar a la bicicleta como estratégica y aprobar en Consejo de Ministros un Plan Estratégico Estatal que coordine horizontalmente las actuaciones de los diferentes Ministerios implicados y verticalmente coordine a las administraciones locales, autonómicas y nacionales. Y de este modo y con la participación de asociaciones, agentes económicos y demás interesados convertir a España en un país que se mueva en bicicleta”.
Para Nacho Tomás, Secretario Técnico de la Red de Ciudades por la Bicicleta, “el Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta es imprescindible en nuestro país por una infinidad de motivos, aunque el principal posiblemente pueda considerarse el aumento de circulación de bicicletas en nuestras calles. “Necesitamos el respaldo del Gobierno para que las ciudades sepan a qué atenerse a la hora de elaborar ordenanzas de tráfico, por ejemplo. Además el PEEB incluye otras líneas de actuación centradas en las movilidad al trabajo, la economía, el diseño de nuestras ciudades, la fiscalidad, etc, y todo necesita ser apoyado hombro por hombro con todos los actores nacionales”, añade Tomás.
El objetivo, normalizar la bicicleta como medio de transporte
Con la puesta en marcha del PEEB, en opinión de Manuel Martín, “se terminaría de normalizar la bici como un medio de transporte más, y creo que empezará a valorarse en su justa medida. Y ello llevaría a que sería utilizada por más personas, lo que redundaría en mayor seguridad vial, mejor espacio público y lo más importante, mayor calidad del aire que todos respiramos. El PEEB será un triunfo si consigue convencer al ciudadano que no usa de la bici de los enormes beneficios de esta”.
Respecto a la respuesta que tienen estas demandas por parte de las autoridades públicas, Martín está convencido de que, poco a poco, “empiezan a tomar conciencia de que algo hay que hacer. Y en algunas áreas técnicas ya están actuando. Evidentemente no son mayoría, y en instituciones grandes no siempre es fácil avanzar, salvo que el ministro de turno o director general lidere ese cambio de paradigma”. Y sentencia: “Con frecuencia, los activistas nos sentimos como quijotes frente a molinos”.
La dimensión jurídica
Alfonso Triviño, secretario general de la Asociación de Ciclistas Profesionales, reflexiona sobre la dimensión jurídica del PEEB. “Solicitamos, en primer lugar, un cambio en la Ley de Seguridad Vial, de cara a que sea una ley integral en la que la bicicleta sea considerada un vehículo preferente y que, en caso de accidente, el responsable siempre sea el que genera el peligro: los vehículos a motor. También es importante hablar de infraestructuras: el Ministerio de Fomento debe diseñar soluciones para el ciclista a la hora de construir o reparar carreteras. Fue algo que ya prometió Magdalena Álvarez en 2004, y que no se ha cumplido. Asimismo, hacemos hincapié en el Código Técnico de Edificación, de cara a que los edificios públicos siempre cuenten con las instalaciones necesarias para que se puedan aparcar bicicletas en su interior, y así terminar con el problema de los robos. También pedimos una revisión del Código Penal y de los baremos indemnizatorios, que están dejando a las víctimas sin defensa de ningún tipo ante las todopoderosas aseguradoras: hoy en día sale gratis matar a una persona. Por último, incidimos en la importancia de la vigilancia en carretera y un mayor número de controles de alcoholemia en zonas sensibles”.