¿Cuándo y cómo empezaste a montar en bici?
Era muy pequeño, debía tener 6 o 7 años… ¡Ahora los niños con 3 o 4 años ya están pedaleando! Aprendí solo: me recuerdo dando vueltas en un garaje. Mi familia es muy grande y supongo que no había nadie para echarme una mano. Más tarde, con unos 17 años, empecé a usar la bici de manera habitual.
¿Cómo puede una bici cambiar la vida?
Durante los 30 años de Biciclot hemos cambiado miles de vidas. A mí, personalmente, me la cambió, porque de una afición hice una profesión. Y a diario veo que a mis alumnos se las cambia, porque pasan de estar en paro a ser mecánicos. Te das cuenta de que les has transmitido algo muy importante.
Biciclot es una cooperativa. ¿Crees que la bici también es, por definición, horizontal y social?
Desde luego que sí. Siempre he considerado que la bici es sinónimo de paz, de amistad, de salud. La bici es educación y respeto. De economía social. Esta filosofía nos ha abierto infinidad de puertas que nadie había abierto hasta ahora.
¿Cómo ves el ciclismo urbano en Barcelona?
Creciendo de manera imparable, porque es una revolución que ya no se puede detener. Cada día se más gente usa la bici como medio de transporte, y eso está pacificando el entorno. Cuando sale un poco el sol, es una pasada: las bicis se multiplican y sobre ellas ves a la gente sonriente y feliz.
Dicen que la bici está de moda. ¿Es bueno o malo?
Para mí, malo. No me gusta cuando se mezclan moda y bicicleta, porque las modas son pasajeras y la bici no lo es. Aunque en cierto modo también ayuda a que parte de la gente que se sube a la bici se quede para siempre.
¿Qué opinas del eterno debate sobre las infraestructuras?
Desde hace años reclamamos que no hay una única política, y que la infraestructura no lo es todo.Hay que hacer un trabajo de fondo de concienciación, difusión, educación… Mucho por hacer. Por eso, poner el foco sólo en hacer políticas para tener vías seguras es erróneo.
¿Qué profesiones de futuro aguardan en el sector de la bici?
Creo que serán muy importantes los instructores, de cara a tener futuros ciclistas concienciados. El mundo de la mecánica también tiene un gran porvenir. Se abrirán muchas puertas en el sector turístico y en el de la reutilización de bicis antiguas. Las eléctricas también traerán trabajos: harán falta técnicos que corrijan los errores de bicis que, a menudo, llegan mal montadas. Y, por último, está el sector de la bici público: ahora que se termina el contrato del Bicing, estamos convencidos de que debe ser una herramienta de cambio social y no estar en manos de una gran multinacional, como hasta ahora, pues eso se traduce en unos sueldos miserables y una manera de operar parecida a la de una empresa de trabajo temporal.
Recomiéndanos un paseo por Barcelona.
Hay barrios muy agradables, como los antiguos Gracia, Sants, Sant Andreu o el Clot. Si queréis unas vistas increíbles de la ciudad, nada como la Sierra de Coixerola. Y luego está, por supuesto, el fantástico litoral: kilómetros y kilómetros de pedaleo a pocos metros de la arena.
- Esta entrevista forma parte del número 20 de Ciclosfera. Léela completa (y gratis) en este enlace.