Nada mejor para una educación “activa” que un transporte activo. Este es uno de los principios que impulsó a Diego, Diana y su hija de dos años, Jara, a emprender un viaje a través del mundo en sus bicicletas plegables. Su objetivo: descubrir diferentes escuelas y escuchar a todos aquellos profesionales, especialistas (y también padres) que apuestan por una forma diferente de educar: libre, dinámica y viva.
“Una educación libre, dinámica y viva”
Su página web recoge la increíble experiencia que iniciaron en 2014 recorriendo sobre sus bicicletas varios países de Europa y Estados Unidos. “Vamos en busca de esas escuelas donde aprender es sinónimo de placer”, explican, “pero también es un viaje interior, vital, con el que recuperamos la mirada del niño o niña que una vez fuimos y empezamos a atisbar la relación ente el aprendizaje, nuestras emociones y la libertad”.
Y la bicicleta no podía faltar en este proyecto: sociable, segura tranquila y sostenible, la bicicleta es el medio ideal para disfrutar de este viaje y saborear aún más la experiencia, pero también una forma de reivindicación: “Más allá del deporte es un un medio de transporte sostenible, seguro para todas y todos, incluidos nuestros hijos”, explican.
Una aventura que se materializará en un documental, su próximo reto, y para el que lanzarán una campaña de finaciación colectiva. “Queremos compartir esta experiencia asombrosa con la esperanza de que sirva como acicate para el cambio”, afirman. Un cambio que apuesta por nuevas pedagogías, alejadas de la educación tradicional, y que permitan a los niños aprender desde la libertad y la pasión.