Si a lo largo de ayer paseaste por el centro de la ciudad y te topaste algo extraordinario en un lugar que habitualmente ocupa un coche aparcado, no te extrañes: fue el Parking Day. Una jornada en la que los ciudadanos toman las plazas de aparcamiento para hacer de ellas un espacio diferente y divertido, rebosante de creatividad y, sobre todo, pensado para el disfrute de todos.
Ese espíritu de reclamar el espacio público fue el que vio nacer al Parking Day originario en la ciudad de San Francisco -cuna también de otras iniciativas posteriormente exportadas al mundo entero, como la Masa Crítica. Allí, el estudio de diseño Rebar decidió en 2005 intervenir en una zona de aparcamiento para convertirla, de manera efímera, en un parque público. Desde entonces, el movimiento ha crecido y se ha convertido en un fenómeno global con el mismo denominador común: reclamar el espacio público para el uso y disfrute de todos los ciudadanos.
Con pocas macetas se transforma una calle
“Hemos participado en las dos últimas ediciones transformando siempre una plaza de aparcamiento en la calle Fuencarral”, explica Nuria, de la tienda madrileña de jardinería ecológica Rojo Menta. “Estamos muy vinculadas al bario de Malasaña por un proyecto para reverdecer el barrio, “Rebrota Malasaña”, y la instalación de un jardín efímero en el espacio que ocupa un coche nos pareció el ejemplo perfecto para demostrar que con poco se puede hacer una ciudad más verde”.
Y es que la idea del Parking Day, que se celebra coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad, enamora prácticamente al instante. “Nos gustó la sencillez de la propuesta, que invita a los paseantes o vecinos a que vean como en un pequeño espacio que ocupa un coche, se puede hacer una zona verde de disfrute”, apunta Nuria. “Con pocas macetas se transforma una calle, dando frescor, dinamismo, positividad y alegría. Al ser una iniciativa internacional, hace que la idea tenga más fuerza. Y es muy motivador saber que ese día hay una apuesta por robar espacio a los coches y convertirlo en un espacio común”.
Para las fundadoras de Rojo Menta, una iniciativa como Parking Day “ayuda a sensibilizar a la gente y hacerles querer ciudades más verdes, más sostenibles. Nosotras tenemos muy claro que el respeto y el valor por las plantas se va adquiriendo según se disfruta de ellas, por eso creemos que es importante que la gente sienta que le gustaría dejar este jardín efímero más tiempo en la calle”.