No es fácil encontrar un hueco para guardar la bici. Sobre todo para aquellos que viven en un piso de dimensiones reducidas y hacen malabares intentando ahorrar espacio. Para tratar de satisfacer esa necesidad nace este accesorio, discreto y funcional, creado por el estudio de diseño gráfico y de producto Lap-so, quienes, más allá de indiscutible utilidad práctica, no han olvidado la dimensión estética.
“La mayoría de la gente sigue guardando su bici en la terraza o en el garaje. Es por lo que decidimos diseñar un soporte para la bicicleta que, además de ahorrar espacio y crear un lugar concreto para dejarla en tu casa, sirviera como** **elemento decorativo en el salón, habitación…”, cuenta Diego Casín Perosanz, diseñador de Neska Polita, a Ciclosfera.
“De estorbo a elemento estético”
Simple y eficaz, este soporte ha sido diseñado con un doble objetivo: acentuar el vínculo emocional entre el usuario y su bicicleta y no robar ningún protagonismo a ésta: “No queríamos hacer un soporte que robará parte de este protagonismo, por lo que nos decidimos por un elemento estético muy simple, que encajara con el resto de mobiliario de la casa pero que pasará desapercibido”, explica Casín.
Aunque estuvo disponible en una plataforma de crowfunding y cumplió con éxito sus expectativas, actualmente están buscando distribuidor para seguir adelante con el proyecto: “De momento seguimos buscando fabricante o distribuidor para que Neska Polita llegue a las tiendas. Esperemos que alguien interesado esté leyendo este artículo ahora mismo”, bromea Casín. Esperemos que así sea.