Las bicicletas de carga están llamadas a jugar un papel protagonista en el futuro del reparto de mercancía y paquetería en nuestras ciudades. Por ello, desde la organización de 30 Días en Bici en Gijón se ha puesto en marcha un programa piloto que lleva por nombre ¡Mira mamá, sin coche!, y que se pretende exportar posteriormente a otras ciudades.
El objetivo de la iniciativa es recaudar fondos para financiar la compra de una bicicleta de carga frontal y ubicación baja, que garantizan mayor estabilidad y capacidad que permita e transporte de cargas pesadas de hasta 100 kilos.
Para conseguirlo, durante los próximos tres domingos se van a rifar en las Bicicletadas Medioambientales de Gijón tres bicicletas donadas por Biciclásica, Tucycle y Asana Bio. Toda la recaudación obtenida de la venta de papeletas irá destinada a comprar la Bullitt Bluebird de Larry vs Harry.
Según Carlos Rodríguez, de 30 Días en Bici, “el objetivo último es generar un dispositivo para la prueba de cargo bikes y su uso cotidiano y evitar el salto directo e irracional de los jóvenes a los modos motorizados de transporte cuando aumentan sus necesidades de transporte de cargas pesadas y su necesidad de autonomía personal”.
Tal y como explica Carlos, “la Bullitt se unirá a nuestra flota y se prestará por un alquiler simbólico a asociaciones, grupos musicales, de teatro, etc. para mover sus cargas por la ciudad para sus eventos”.
Y es que, a pesar de que en otras ciudades europeas las bicicletas de carga están muy extendidas, aún no se puede decir lo mismo en lugares como Gijón. “En nuestra ciudad hay muy pocas bicis de carga en manos de particulares”, lamenta. “Apenas empresas de bicimensajeros como La Luna o Urban Sprint, tiendas de bicicletas como Ciclos Esplendor y un par de empresas más con acciones responsables en transporte urbano. Muy poca cosa. La bici de carga sigue siendo muy desconocida la bici. Por eso una iniciativa como ésta es tan importante”.