La victoria de Donald Trump en las recientes elecciones en EEUU ha levantado reacciones de todo tipo: indignación, sorpresa, frustración, vergüenza… Son muchos los que se preguntan cómo es posible que un personaje fanfarrón, de claros tintes machistas, populistas y xenófobos, haya podido escalar de manera fulgurante en las filas republicanas para, contra todo pronóstico, acabar imponiéndose a Hillary Clinton en la batalla por la Casa Blanca gracias a 56 millones de votos.
Pasada la resaca electoral, ahora las preguntas pasan por intentar vislumbrar qué consecuencias globales va a tener para el mundo el mandato de Trump. En materia medioambiental, el magnate ha hecho saltar todas las alarmas al dejar caer ‘perlas’ como que “el cambio climático es un invento de China” para dañar a la economía estadounidense, u oponiéndose de manera férrea al fomento de las energías renovables. Los tímidos e insuficientes avances en materia de respeto al medio ambiente que se han producido durante los últimos ochos años de Obama al frente del país parecen pender de un hilo.
Entre toda la vorágine de análisis, contraanálisis y sesudos debates políticos catastrofistas, en Ciclosfera hemos querido buscar algún atisbo de esperanza. Algún dato o anécdota que nos haga pensar que puede haber algo positivo en el triunfo de Trump. Y aunque nos ha costado encontrarlo, lo hemos conseguido: el nuevo vicepresidente, Mike Pence, es un reconocido ciclista. Se mueve en bicicleta de manera habitual, se ha dejado ver pedaleado en actos benéficos junto a agentes de policía e incluso durante la jornada electoral dedicó la mañana a montar en bicicleta junto a su mujer.
“Soy un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”
Pence, nacido en la ciudad de Columbus (Indiana) está casado y tiene tres hijos. “Soy un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”, declaró con solemnidad en una ocasión. Un conservadurismo que ha llevado al extremo en más de una ocasión, como cuando firmó una ley que permitía vetar a las parejas gays en restaurantes y comercios de Indiana. Las presiones hicieron que finalmente se viera obligado a retirar la ley. A diferencia de Trump, cuenta con una amplia trayectoria política a sus espaldas: ha sido Gobernador de Indiana y sirvió durante una década en la Cámara de Representantes. Al comienzo de las primarias republicanas apoyó al candidato texano Ted Cruz, pero cuando este se apeó de la carrera, se sumó al equipo de Trump. Una decisión que, finalmente, le ha llevado a convertirse en el número dos del país.