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Fallece la cicloactivista brasileña Marina Harkot, atropellada por un conductor que se dio a la fuga

La cicloactivista Marina Harkot fue atropellada la noche del sábado en Sao Paulo. Tenía 28 años y era una de las figuras clave del cicloactivismo brasileño.

En Ciclosfera tenemos la costumbre de no hablar demasiado de atropellos o fallecidos en bicicleta. El motivo es sencillo: creemos que ya son muchos los medios de comunicación que transmiten la idea de que moverse en bicicleta es peligroso. Y nosotros estamos convencidos de que no lo es. Porque, en todo caso, lo peligroso son los coches. Y porque nuestra labor consiste en comunicar las virtudes de moverse en bicicleta. Al fin y al cabo, una de nuestras máximas es animar a que cada vez más y más gente lo haga. También porque, cuantos más seamos, más seguro será pedalear.

Pero a veces hacemos excepciones: hoy es una de ellas. Y lo es por su significado. Por lo dramático de lo ocurrido. Por la dimensión de la tragedia y por el tradicional nexo que nos une con los ciclistas del otro lado del Atlántico.

Marina Kohler Harkot, de 28 años, murió atropellada la noche del sábado mientras viajaba en bicicleta por la Avenida Paulo VI, en Sumaré, al oeste de São Paulo. Según la Policía Militar, fue atropellada por un automóvil alrededor de las 23.50. El conductor se dio a la fuga sin prestar auxilio y la joven murió en el acto.

Marina había dedicado su vida a a estudiar la movilidad en bicicleta de las mujeres en la región metropolitana de São Paulo. Era, también, candidata a Doctorado en Planificación Urbana y Regional en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo. Una persona muy activa que había participado en los principales foros de movilidad de los últimos años en Latinoamérica y que ha publicado toda una serie de interesantes trabajos sobre la materia.

La noticia ha sobrecogido a toda la comunidad ciclista brasileña. Twitter se llenó de indignación, con comentarios que denunciaban la violencia vial, y que utilizaron hashtag como #NaoFoiAcidente, #MarinaPresente o #justiciaparamarina. De hecho, el domingo se celebró un numeroso acto de homenaje en Sao Paulo.

Homenaje a Marina Harkot en Sao Paulo, donde fue atropellada mientras iba en su bicicleta.
Homenaje a Marina Harkot en Sao Paulo, donde fue atropellada mientras iba en su bicicleta.

Han sido muchas las amigas y compañeras activistas del ciclismo latinoamericano que coincidieron con ella. Andrea María Navarrete, de la organización colombiana Mujeres Bicicles, ha escrito un artículo muy interesante en el blog movilidadygenero.

“Marina podemos ser todas”, escribe la cicloactivista colombiana Andrea María Navarrete

“Marina podemos ser todas, y Marina también era Marina”, escribe Andrea María. “La feminista, la activista de la bicicleta, la académica. La hija de alguien, amiga de alguien, compañera de alguien y una aliada más de los feminismos en bicicleta. Compañera nuestra. Una mujer que no solo se movía en bici, sino que la estudiaba y, estoy segura, ocupaba su vida en pensar cómo resolver la inseguridad y las violencias que nos afecta a las mujeres ciclistas y no solo esa que la mató, sino la que también nos acosa, nos viola y nos borra. Realidades que todas tratamos de combatir”.

En Brasil fallecen cada año 1.000 ciclistas víctimas de atropellos

La de Andrea María no ha sido la única reacción. Toda la comunidad ciclista de Latinoamérica se ha unido al dolor de la familia y amigos de Marina. Daniela Suau, de Chile, ha escrito otro emotivo artículo en revistapedalea.com: “Mañana voy a ser yo. Lo sé. Me despediré de mis perros diciéndoles que regreso pronto y saldré de mi casa en mi bicicleta, sin saber que no volveré. Mi suerte llegó hasta acá. Luego de décadas movilizándome en bicicleta y evitando la muerte, me tocó. Porque vivir y ser ciclista en Chile, cada vez se está asimilando más a un acto de sobrevivencia”, denunciaba Daniela.

En Brasil hay alrededor de 1.000 ciclistas fallecidos cada año víctimas de atropellos por parte de conductores. En España, con un número mucho menor de habitantes (49 frente a los 200 de Brasil), las cifras han ido descendiendo en los últimos años, aunque con un preocupante repunte en 2019: el año pasado fallecieron en nuestras calles y carreteras 80 ciclistas, frente a los 58 de 2018. Es decir, un 38% más. De ellos, 32 fueron atropellados en vías urbanas, frente a los 48 en vías interurbanas. La tendencia ha ido a la baja desde que España alcanzó la cifra de 145 ciclistas muertos en 1993.