Sentencia histórica a favor de los trabajadores de Deliveroo, empresa de reparto de comida a domicilio. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) consideró este jueves que 532 de sus riders son trabajadores sujetos a una relación laboral y no autónomos, como sostiene la compañía británica. La sentencia se suma a la emitida el pasado noviembre por el propio TSJM contra Glovo, otra de las grandes empresas del sector, que obligó a la compañía a readmitir a un empleado.
La sentencia afecta a los riders que trabajaban para Deliveroo entre octubre del 2015 y junio de 2017: les permite darse de alta al Régimen General de la Seguridad Social, pedir la devolución de las cuotas de autónomos y regirse por el convenio colectivo correspondiente.
La justicia considera que la plataforma organizaba la jornada de los repartidores sin dejarles la libertad propia de los autónomos
El proceso contra Deliveroo se inició a raíz de la inspección de trabajo contra la relación de falsos autónomos que mantenía la empresa con sus repartidores. Los sindicatos UGT y CCOO se sumaron a la demanda, que ya fue ganada en un primer momento en julio de 2019. Ahora, la justicia considera que la plataforma organizaba la jornada de los repartidores sin dejarles la libertad propia de los autónomos, e incluso les llegaba a penalizar si no trabajaban del modo que la empresa consideraba adecuado.
Entre otros argumentos, la resolución esgrime que “la calificación de las relaciones jurídicas por cuenta propia o por cuenta ajena no está sujeta a la libre autonomía de las partes, de modo que, cuando en una relación jurídica concurren materialmente las notas propias de la laboralidad, ésta ha de considerarse una relación por cuenta ajena, aunque las partes la hayan calificado formalmente de otro modo”.
Deliveroo asegura que los riders pueden elegir si quieren trabajar o no
En un comunicado emitido tras la publicación de la sentencia, Deliveroo ha señalado que ésta “no refleja la forma de colaboración de los repartidores con la empresa”, al tiempo que dice estar analizando la resolución “para decidir los próximos pasos a seguir”. La multinacional defiende que los riders colaboran como autónomos “porque esta modalidad les permite tener la flexibilidad y el control que desean”. Asegura “Los riders pueden elegir si quieren trabajar o no, así como cuándo, cuánto y con qué compañía hacerlo”, argumentan.
Martino Corregliari, extrabajador de Deliveroo y miembro de la cooperativa de ciclomensajería La Pájara, con la que quieren demostrar que se puede trabajar en este sector de manera digna y que actualmente recauda dinero con una campaña de crowdfunding, es uno de los riders que más han luchado hasta llegar a un día como hoy. “En el juicio de mayo ya obtuvimos una sentencia favorable. Los tiempos han salido bastante rápido: esperábamos que se dilatara más en el tiempo. Teníamos mucha esperanza de que las cosas salieran de esta manera. Este es un paso más, aunque aún hay que esperar a lo que diga el Tribunal Supremo para cantar victoria definitivamente”.
“Tenemos que seguir luchando: las empresas están presionando para que se creen nuevas leyes que amparen la figura del autónomo digital”
“Nuestro objetivo es que las prácticas de estas empresas cambien. Que se empiece a pagar la seguridad social a los trabajadores. Tenemos que seguir luchando: las empresas han entendido que por vía legal van a perder el conflicto, y están presionando para que se creen nuevas leyes que amparen la figura del autónomo digital”. En opinión de Martino, el negocio se basa sustancialmente en los falsos autónomos. “Al final, este modelo negocio no es sostenible para ellos si tienen que pagar la seguridad social”, asegura.
“Todo este juicio es sólo la cara más visible de la uberización del mercado laboral”, denuncia Martino. “Todo trabajo es susceptible de verse abocado a desempeñarse como falso autónomo a través de una plataforma. De hecho, empresas como Amazon ya lo están haciendo en la logística. Otros muchos sectores, como los de los cuidados, se pueden añadir pronto. Y tenemos que hacerle frente, porque este modelo puede ser un desastre para los derechos de los trabajadores en un futuro muy próximo”.