En los peores momentos, cuando se producen grandes catástrofes naturales, lo mejor de la especie humana sale a flote. Así ha ocurrido en la ciudad de Houston (Texas, EEUU) tras el reciente y devastador paso del huracán Harvey. Y como no podía ser de otra manera, el colectivo ciclista ha vuelto a dar ejemplo como pocos.
Houston Bike Share, el servicio público de alquiler de bicicletas de la ciudad, se ha asociado con BikeHouston, Freewheels Houston y Rice Bikes para poner en marcha el proyecto Keep Houston Rolling, a través del cual los voluntarios recolectan bicicletas y las distribuyen entre los miembros de las comunidades más afectadas por la comunidad, además de reparando las bicicletas dañadas por las inundaciones.
Y es que el huracán Harvey dejó tras de sí un rastro de destrucción que se cebó especialmente con los vehículos de la ciudad. Más de un millón de euros quedaron parcial o completamente destruidos, lo que provocó que sus dueños, que en muchos casos aún están pagando dichos vehículos, no puedan comprar uno nuevo.
Por el momento, grandes marcas como Trek o Giant han colaborado a la causa donando 400 bicicletas. Pero el grueso de la solidaridad está llegando a través de los propios habitantes de la ciudad y de otros puntos del país. Centenares de bicicletas de todos los tipos están llegando al número 407 de Velasco Street, donde el proyecto tiene su sede, para de ahí ser repartidas entre los ciudadanos. Además, se ha puesto en marcha una página web desde la que realizar donaciones.
Pero Keep Houston Rolling no sólo está recolectando bicicletas y dinero. También todo tipo de material ciclista como cascos, luces y candados. Toda ayuda es poca para superar la tragedia… a golpe de pedal.