El objetivo está claro: que Renfe habilite un vagón para bicicletas en los trenes de Media Distancia (MD) y Regional Exprés que pasan por el Canal de Castilla. Un paraíso para las dos ruedas que permitiría que ciclistas de Cantabria, Valladolid y Palencia accedieran a la montaña cantábrica y al Románico Norte. La petición, lanzada por el Club Deportivo Sirgas Románicas, pretende poner fin a unas situación absurda en la que muchos ciclistas han de volver en coche, dado que no hay ningún tren que cubre la ruta habilitado para el transporte de bicicletas.
¿Por qué y cuándo surge esta iniciativa?
Es sabido la cantidad de problemas que tenemos a la hora de transportar bicicletas en el tren cuando vamos a hacer alguna ruta en España. En el caso del Canal de Castilla, la situación es especialmente sangrante. El Canal debería ser un paraíso para el cicloturismo cultural y familiar (son 207 km sin coches, ya que los caminos paralelos sólo pueden ser utilizados por el personal que lo mantiene), accesibles (prácticamente llanos) y con enormes valores paisajísitcos (es un oasis en medio de tierra de campos, con arboledas que rompen la monotonía y dan sombra al ciclista). Además de tener un valor cultural enorme: es el único canal navegable que ha habido en nuestro país y conserva esclusas, puentes, antiguas fábricas de harina o acueductos que datan de entre los años 1753 y 1849.
“Queremos que sirva de ejemplo para otras rutas ciclistas que necesiten apoyarse en el tren”
¿Por qué beneficiaría a los ciclistas?
Un ciclista escasamente preparado puede hacer los Ramales Norte y Sur, entre Alar del Rey (Palencia) y Valladolid capital. Unos 145 km en dos o tres jornadas, con el inconveniente de tratarse de una ruta lineal, lo que obliga a tener dos coches. Sería mucho más fácil volver en tren, ya que existe una línea paralela, la de Valladolid-Santander. Pero el uso del tren es muy problemático. Ya lo era cuando existían trenes regionales (con un pequeño furgón de cola donde se podían llevar como mucho seis o siente bicis) y ahora, con su extinción, se hace casi imposible (los de Media Distancia y los Regionales Exprés permiten tres bicicletas sin empaquetar por tren, dándose muy a menudo la situación de que no te dejen montar cuando ya hay tres bicis en el tren mientras que éste va prácticamente vacío).
De hacerse realidad, ¿qué permitiría?
Que el Canal de Castilla se convirtiera en una referencia para hacer turismo en bici a nivel nacional, en una especie de Camino de Santiago de fin de semana o puente. Además, este vagón serviría para que los ciclistas de Cantabria, Valladolid y Palencia pudiesen acercarse con facilidad a la montaña cantábrica y al Románico Norte, algo que en el resto de Europa es totalmente natural y que aquí es imposible. En este sentido, tenemos la ilusión de que si conseguimos que Renfe nos haga caso, la línea del Canal de Castilla sirva de ejemplo para que otras rutas ciclistas se apoyen en el tren.