Vientre plano, abdominales perfectos, trasero de hormigón… No somos conscientes pero, desgraciadamente, se nos vende continuamente un estereotipo físico de cómo debería ser la mujer deportista. Y la mayoría de las veces, esa imagen nos desanima a coger la bicicleta o a hacer cualquier otro tipo de actividad física.
Cuando las únicas barreras físicas son los prejuicios
Porque no nos engañemos, todavía hay muchos prejuicios y barreras sociales que nos impiden soltarnos la melena, desabrocharnos el botón si hace falta y subirnos a esa bici que puede que no sea la más moderna (puede incluso que ronde la cuarentena y le hayan salido canas) y pedalear. Sin más, porque es saludable, porque es práctico pero, sobretodo, porque es divertido. Da igual si en vez de una lycra ajustada llevamos una rebeca de lana, si en vez de registrar celosamente los kilómetros recorridos, redescubrimos los rincones de nuestro barrio, hacemos la compra o recogemos a nuestros hijo del cole.
La bicicleta no entiende de sexo, de raza o de condición física. Y esto, precisamente, es el mensaje de esta campaña británica llamada This Girl Can promovida por Sport England para animar a todas las mujeres a disfrutar de la bici (y del ejercicio fíciso en general), pero también para homenajear a las que libres de cualquier prejuicio y excusa, ya lo hacen cada día.
“This Girl Can está aquí para inspirar a las mujeres a menearse, agitarse y moverse para demostrar que los prejuicios es una barrera que se puede superar”, reza el mensaje de esta excelente campaña, cuyas variadas y maravillosas protagonistas son todo un ejemplo a seguir.