Aunque en España aún no es demasiado frecuente verlos rodar por las calles, los trikes o triciclos sí abundan en otras ciudades europeas, donde triunfan por su versatilidad, estabilidad y, sobre todo, funcionalidad e infinitas posibilidades. Por eso, hace tres años, una pequeña empresa familiar con sede en Arrasate (Gipuzkoa) empezó a diseñar los primeros prototipos de lo que hoy en día es Etnnic.
“Hemos trabajado toda la vida en el mundo del ciclismo y la bicicleta urbana, hasta que hace no mucho decidimos aventurarnos en este proyecto, que nos entusiasma”, explica Néstor Zabaloa, del Departamento Comercial de Etnnic. “Vimos un nicho de mercado no satisfecho, y decidimos dar soluciones con el propósito de solventar ese vacío”.
El propio Zabaloa reconoce que “el mercado del triciclo para adultos en España es todavía algo reducido”, por lo que desde Etnnic quieren “integrar un producto nacional que compite e incluso supera a modelos alemanes u holandeses. Además, queremos concienciar a la gente que ya no se atreve a montar una bici de dos ruedas a que no tire la toalla y lo haga en un Etnnic: es perfecto para personas con movilidad reducida, niños o gente que simplemente busca más equilibrio”.
“Con los trikes de Etnnic podemos ir a la compra, dar paseos por ciudad o campo, plegarlo y transportarlo a cualquier sitio”
Y es que los trikes de Etnnic cuentan con importantes ventajas. “Transmiten seguridad y libertad para usuarios que, sin ellos, dependerían de alguien para moverse pero con estos vehículos se convierten en autónomos. También son ideales para gente que tiene que activar sus músculos pero en la bicicleta estática de su casa se aburre”. Con un trike como los de Etnnic “podemos ir a la compra, dar paseos por ciudad o campo, plegarlo y transportarlo a cualquier sitio”.
Además de la fabricación en territorio nacional, los productos de Etnnic cuentan con otra serie de alicientes. “Buscamos la singularidad: un producto atractivo, moderno, minimalista… Y a su vez conseguimos una gran estabilidad con sus dos ruedas delanteras y la geometría de su chasis. Además, su fabricación en aluminio los convierte en los triciclos más ligeros del mercado”, apunta Zabaloa.
Un futuro prometedor
Aparte de la movilidad personal, desde Etnnic están trabajando con varias empresas y ayuntamientos de cara a diseñar y suministrar un modelo de triciclo para limpieza y mantenimiento al que han bautizado Etnnic Garbi Trike. Es posible, pues, que algún día veamos decenas de ellos circulando por nuestras calles.
“Creo que el ciclismo urbano está creciendo considerablemente, y lo va a seguir haciendo sin parar hasta que en las ciudades no esté permitido moverse con vehículos a tracción motora”, vaticina Zabaloa. “Todavía falta conciencia, pero lo lograremos poco a poco. Mientras se le dé más importancia al valor del petróleo que a las ciudades limpias el proceso será muy lento”, lamenta.