¿Cómo te definirías en pocas palabras?
Tengo 26 años y soy madre, ciclista y trabajadora. Y estoy continuamente intentando hacer cosas positivas para la comunidad a través de Citynightshift.
¿Cuándo empezaste a rodar?
Me subí a una fixie en el año 2009, una Leader 725 Fixed Gear, y desde entonces no he querido parar. Aunque debo decir que, recientemente y con motivo del Día de la Madre, me regalaron una Salsa para hacer cross country y de un tiempo a esta parte le hago más caso a ella que a mi montura de piñón fijo.
¿Por qué una fixie?
Con 18 años mis compañeros de trabajo me llevaron a dar mi primera vuelta en bicicleta por la ciudad. Pedaleamos desde North Hollywood hasta la playa de Santa Monica, era la primera vez que me lanzaba a las calles e hicimos más de 70 kilómetros. Cuando me dijeron a dónde íbamos pregunté… “Pero vamos en coche, ¿verdad?”. ¡Todos se rieron de mí! Aquello comenzó siendo el principio de mi historia de amor con la bici.
Y pronto te sumaste a un grupo…
Sí, con Elohssa… lo que viene a ser ‘Asshole’ (‘gilipollas’) deletreado al revés. Me tomaron bajo su ala y me motivaron mucho para introducirme en el mundo del piñón fijo. Me compré mi primera fixie y hasta ahora sólo había montado en ella.
¿Cuál es tu lugar favorito para salir a rodar?
El distrito de Venice, aquí en Los Angeles, California. Crecí allí, por lo que tengo una relación muy especial con ese barrio. Aprendí a montar en bicicleta en el Venice High School y tengo infinidad de recuerdos maravillosos.
¿Cuál es la bici de tus sueños?
Una Stinner. ¡Me encantaría comprarme una algún día! Están fabricadas a mano en Santa Barbara, California, pero me temo que voy a tener que ahorrar durante una buena temporada (risas).
Háblanos del ciclismo urbano en Los Angeles. Siempre nos imaginamos una ciudad atestada de coches…
Está mejorando para los más escépticos: cada vez hay más carriles bici, y nuevas leyes que van visibilizando a los ciclistas en toda la ciudad. Al mismo tiempo, las rutas para el transporte público se están expandiendo.
¿Sales también a la carretera o a la montaña?
El ciclismo urbano es, en realidad, todo lo que conozco: nunca, hasta hace muy poco tiempo, había salido al campo en bicicleta. Así que para mí rodar entre coches es lo más natural del mundo. Siempre encontré mucho más divertido hacerlo en grupo, y por eso fundé Citynightshift en 2015. Es la herramienta perfecta para que la gente se sienta cómoda rodando por la ciudad. Y cuando termina la rodada vamos a comer.
Si visitamos Los Angeles, ¿qué lugar no debemos perdernos?
El lago Echo Park. Fue el primer sitio donde viví sola, en un apartamento increíble muy cerca del agua. Por las noches iba a tomar cerveza con mis amigos frente al skyline de la ciudad, y fue el primer lugar donde me sentí libre y segura. Y eso que probablemente haya quien piense que no es todo lo seguro que debería ser.
Tomemos la última. ¿A qué bar nos llevas?
A The Gold Room, también cerca de Echo Park. De nuevo me invaden los recuerdos. En 2012 tenían una oferta especial de cerveza y chupito de tequila por sólo 3 dólares. Creo que ya no existe aquella oferta… ¡pero vamos ahora mismo para allá a comprobarlo!