Su historia es la de un hombre tan ligado al espectáculo como a las bicicletas. Ambas, con un denominador común: el fútbol. Y, más concretamente, las Copas del Mundo. Con sólo 18 años, Elías decidió viajar de Brasil hasta México en una bicicleta de tres metros por cuatro de alto. Su objetivo: apoyar a su equipo en el Mundial de México de 1986, ofreciendo un espectáculo sin igual para toda la familia y lanzando un mensaje centrado en prevenir las adicciones. Y desde entonces… ya no ha parado. Así lleva haciéndolo tres décadas, recorriendo cerca de 50 países y ofreciendo sus bellas acrobacias en extravagantes bicicletas.
Su único vicio… las dos ruedas
Su historia está a la altura de sus bicicletas: atropellado por un coche mientras llevaba a una chica (de la que se enamoraría en el hospital mientras la cuidaba), Elías concebiría su primer hijo en el Mundial de Italia 90. De hecho, éste lo acompaña ahora en sus representaciones que -entre gigantescas y diminutas bicis– escenifican la historia de sus peregrinaciones a los diferentes mundiales, su peculiar romance, el nacimiento de su hijo y su incansable lucha contra las adicciones.
Ahora es el turno del que ha batizado como “Show de Brasil”, con el que cruzará Centroamérica hasta llegar al país carioca, donde tendrá lugar el Mundial de Brasil 2014. “El motivo del show es dar un mensaje a la juventud contra las adicciones al alcohol, el tabaco y las drogas, mostrando lo que puede hacer una persona como yo, de 47 años, que nunca tuve ningún vicio”, señala.