Cinco horas de curso intensivo de la mano de uno de los artesanos más destacados de España. Andrés Arregui, fundador de Arregui Velázquez, impartirá este sábado en Gijón el curso Introducción al diseño y construcción de bicicletas, que forma parte del programa de la iniciativa 30 Días en Bici.
“Esas cinco horas son las primeras del curso que yo imparto habitualmente, que dura una semana, y durante la cual hacemos un cuadro y una horquilla. Es la parte más teórica”, explica Arregui a Ciclosfera. “Como el propio nombre indica, se trata de una introducción a todo el proceso: la primera conversación con el cliente, qué materiales se eligen y por qué, qué componentes, cuestiones estructurales de los distintos tipos de cuadros, maniobrabilidad, diseño, diferencias y similitudes entre la construcción a medida y en serie… Un poco de todo”.
¿Es posible aprender tantas cosas en sólo cinco horas? “Por experiencia, creo que en ese tiempo lo que se produce es una sobredosis de información. Pero la gente sale encantada. Como suele haber aprendices de todos los niveles, lo interesante es que no sea un grupo muy grande para poder hacerlo de manera más personalizada. Al final, lo que se da es una visión muy amplia que da pie a que luego cada uno investigue por su cuenta”.
“Si queremos ser arquitectos o ingenieros vamos a un sitio a que nos enseñen. Con el diseño y la construcción de bicicletas ocurre exactamente lo mismo”
Si tuviera que dar algún consejo a aquellos que están pensando introducirse en el mundo del diseño y construcción de bicicletas, Andrés Arregui tendría muy claro cuál sería: “Que se forme. Que haga un curso y siente las bases. Porque tengo la sensación de que en el mundo del diseño de bicicletas hay mucho mito y hace falta una enseñanza sistematizada, basada en las cosas que funcionan y porqué”.
Viejos vicios
En opinión de Arregui, “las grandes compañías tienen científicos y hacen las cosas con lógica, pero en el mundo de los artesanos se mantienen viejos vicios. Yo he aprendido de manera autodidacta, por lo que me he dado infinidad de golpes. Y sigo dándomelos. Hubiera ahorrado mucho tiempo con esa formación. De igual manera que si queremos ser arquitectos o ingenieros vamos a un sitio a que nos enseñen, con el diseño y la construcción de bicicletas ocurre exactamente lo mismo”.
El caso es que, desde hace tiempo, el oficio de artesanos de la bicicleta se ha ido perdiendo. “A finales de los 80 y principios de los 90 todo se sacó de España, y nos quedamos sin industria”, lamenta Andrés. “Eso hizo que se perdiera todo ese conocimiento”. Pese a ello, está convencido de que vendrán tiempos mejores. “Yo creo que volverá: de hecho, ya se está recuperando poco a poco”.
Parte de esa recuperación se debe precisamente a iniciativas como este curso y al mimo que el propio Andrés Arregui pone en cada una de las bicicletas que pasan por sus expertas manos.