
Quienes hemos pedaleado junto al agua lo sabemos. Es una de las mejores sensaciones que se pueden tener cuando hacemos cicloturismo. Y lo tenemos muy cerca. Europa está llena de ríos, canales y otras vías fluviales con un potencial increíble para la movilidad sostenible y eso que tanto nos gusta: viajar en bicicleta.
A menudo, ese potencial está desaprovechado o necesita un buen empujón. Ahí es donde entra en juego Cycling Waterways, una iniciativa de Interreg Europe liderada por la ciudad de Zaragoza y que arrancó sus primeros pasos en 2024.
El objetivo es claro: intercambiar experiencias y buenas prácticas entre regiones europeas para mejorar las políticas que promueven el uso y la calidad de las infraestructuras ciclistas a lo largo de estos entornos acuáticos, buscando desde mejorar los carriles bici ya existentes hasta impulsar la construcción de nuevos senderos seguros y bien conectados, además de ofrecer toda la información necesaria de forma accesible para cualquiera que quiera hacer alguna de estas rutas.
Se trata de una colaboración muy potente, nacida en 2024, entre siete socios de seis países diferentes y que cuenta con un presupuesto cercano a los 1,25 millones de euros. El proyecto tiene una duración de cuatro años (hasta 2028).
¿Quiénes son?
Además del Ayuntamiento de Zaragoza, participan Ardenne Métropole (Francia), la ciudad de Kranj (Eslovenia), Kystlandet (Dinamarca), la Agencia de Desarrollo Regional de Oltenia (Rumanía), y un potente trio italiano: la región de Piamonte, el Politécnico de Turín y la Comunidad de Regantes West Sesia.

Lo definía bien Tatiana Gaudes, Consejera de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, en una entrevista para la web de Interreg Europe: "Al centramos en las vías navegables, no solo estamos promoviendo la movilidad sostenible, sino también integrando los espacios naturales y acuáticos en nuestra infraestructura urbana, fortaleciendo estos corredores para los desplazamientos cotidianos".

Sin olvidar, por supuesto, al entorno rural de los trayectos: "Queremos garantizar que estas áreas rurales no se sientan desconectadas y tengan las mismas oportunidades de movilidad sostenible que el resto de la ciudad". La idea es trabajar de forma conjunta para abordar desafíos comunes como la seguridad, la intermodalidad y el impacto ambiental. De hecho, socios como el Politécnico de Turín ya están aportando su experiencia sobre la necesidad de marcos regulatorios que garanticen la seguridad vial en estos trayectos fluviales.
"Estamos promoviendo la movilidad sostenible e integrando los espacios naturales y acuáticos en nuestra infraestructura urbana" (Tatiana Gaudes, Ayuntamiento de Zaragoza)
Los beneficios (y también los objetivos de Cycling Waterways) son los que ya conocemos en el cicloturismo: descarbonización, reducción de la dependencia del coche, turismo sostenible y mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos, no solo los que hacen las rutas, claro, sino también aquellos que viven en el entorno de las mismas.

Y en particular también la movilidad. A ese respecto, Tatiana subrayaba que esperan "que este proyecto mejore la movilidad en Zaragoza, no solo aumentando el uso de la bicicleta, sino también cambiando la forma en que percibimos el movimiento por la ciudad. Creo que esto no solo mejorará la movilidad, sino que también mejorará significativamente la calidad de vida general de la ciudad".
Si quieres ver con más detalle algunas de las rutas disponibles, tienes toda la info aquí. A nosotros nos parece un planazo. El único problema que tenemos es decidir cuál de ellas haremos primero, aunque seguramente, nos decantemos por Zaragoza para empezar.
