Ciudades

Río-volución: así cambian las bicis de carga Río de Janeiro

Viajamos hasta Brasil para descubrir cómo las bicis de carga están cambiando el transporte de mercancías… y la vida de una ciudad como Río de Janeiro.

Las bicis y triciclos de carga están llamados a ser protagonistas de las ciudades del s. XXI. Una tendencia que empieza a ser masiva en algunos países de EE UU y Europa y que, en grandes urbes latinoamericanas como Río de Janeiro, también se abre paso con fuerza y determinación.

Con miles de entregas realizadas todos los días, sin incentivos públicos de ninguna clase, el éxito de las bicis de carga en Río responde a una mera cuestión de pragmatismo. No existe una concienciación por parte de los empresarios, ni una preferencia del consumidor por aquellas prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Sencillamente, y si quieres ser eficiente, el reparto en bicicleta no tiene rival: especialmente en el llamado en logística último kilómetro y en los barrios más poblados.

Incremento brutal

Desde 2008, la asociación local Transporte Ativo cuenta el número de bicicletas que surcan los distintos barrios de la ciudad. Sus datos son contundentes: los viajes en bicicleta de carga se han incrementado del 17 al 61% respecto al total de trayectos en bici. Su uso, eso sí, disminuye cuando se trata de trayectos entre barrios, mientras que se dispara cuando el reparto se produce dentro de los mismos. Ese citado (y sorprendente) 61% corresponde al centro de la ciudad, mientras que en barrios como Copacabana o Laranjeiras se sitúa en torno al 50%. De todos esos viajes, uno de cada cuatro trayectos se hace en triciclos, otro de los vehículos estrella en las calles cariocas.

Bici de carga en Río de Janeiro (Foto: Fabio Nazareth).
Bici de carga en Río de Janeiro (Foto: Fabio Nazareth).

Como siempre, los datos de uso ciclista conllevan importantes beneficios para toda la ciudadanía. En barrios como Copacabana se han dejado de emitir anualmente 286,5 toneladas de CO2, 630 kilos de hidrocarburos y 358 kilos de óxidos de nitrógeno (NOx) a la atmósfera. La economía del espacio también cambia de manera sustancial: el citado estudio calcula que el espacio urbano que habrían ocupado furgonetas equivale a todo un campo de fútbol.

Entrega a domicilio

¿Y qué tipo de negocios utilizan la bicicleta de carga para el reparto de mercancías? El abanico es amplio y variado: farmacias, panaderías, mercerías, tiendas de electricidad y construcción, restaurantes, lavanderías, supermercados, quioscos, carnicerías, floristerías…. Incluso tiendas de colchones, que han llegado a la conclusión de que es perfectamente posible entregar su mercancía a pedales.

Bicis de carga en Río de Janeiro (Foto: Fabio Nazareth).
Bicis de carga en Río de Janeiro (Foto: Fabio Nazareth).

Más allá de los datos, los protagonistas son, claro está, los repartidores y sus bicicletas. Muchos de ellos crean una relación única con su compañera de dos (o tres) ruedas y optan por decorarla de forma colorida e incluso con peluches. Toda una forma de arte para reivindicar lo obvio: que el reparto en bicicleta no sólo es más práctico: también más divertido.

Hacia una nueva ciudad

13 bicicletas: es la flota de cargo bikes con la que cuenta una farmacia local.

300 kilos. El peso que llegan a transportar algunas bicis de reparto.

95%. El porcentaje de bicicletas de carga propiedad de los negocios. El 5% restante se divide entre las que son de los propios empleados (un 4%) y el 1% que es propiedad de terceros que las alquilan a tal efecto.

67%. Es el porcentaje de triciclos que se destinan a supermercados y distribuidores de bebida.

50%. La mitad de las entregas llevan productos de alimentación.

95%. Casi todas las entregas realizadas en bicicletas de carga se realizan en un radio de 3 kilómetros.