Cultura ciclista

BiciBús: de dónde viene, cómo hacerlo y cómo lo ha exportado España

Aunque algunos hablan de 1998 y Bélgica, no está del todo claro cuándo y dónde se organizó el primer BiciBús. Lo que sí es seguro es que muchas cosas empezaron a cambiar en Vic, Barcelona, cuando un par de maestras decidieron en 2020 acompañar a sus alumnos pedaleando al colegio.

Ir al colegio en bicicleta y de forma segura y organizada”. Así responde Conchi Sánchez, tutora de 5º de primaria del Colegio Jesús Maestro de Madrid, cuando se le pregunta qué es un BiciBús. Desde luego, es una experta: cada jueves, desde hace ocho años, recorre las calles del barrio para ir recogiendo niños de todas las edades y formar con ellos un pelotón con ciclistas de todas las edades.

Como suele pasar con un autobús, al principio de la línea la grupeta va con pocos pasajeros, pero según avanzan las paradas más personas se suman al recorrido. Así funciona un BiciBús: se establece una ruta con paradas de camino al colegio a la que van incorporándose alumnos hasta llegar, en pelotón, al destino. En el camino comparten experiencias, aprenden convivencia, aumentan destrezas sociales, adquieren conocimientos de seguridad vial y, sobre todo, empiezan cada día con ganas de comerse el mundo. Esos y muchos más son los efectos inmediatos de un BiciBús.

Y los secundarios no son pocos: una ciudad más silenciosa, segura y limpia, la solidaridad vecinal, futuros adultos más autónomos y evidentes mejoras en su salud física y mental. No se sabe bien cuál fue el primer BiciBús, pero hubo iniciativas similares en 1998 en Bélgica. En España se organizan desde hace diez años, pero la explosión llegó en 2020 en Vic, Barcelona. En el colegio elpetitmiquel una maestra y madre, Helena Villardel, sacó adelante con las asociaciones Canvis en Cadena (que ella había fundado) y Osona amb Bici un BiciBús que pronto fue replicado en L’Eixample de Barcelona, y ocurrió la magia: un vídeo de apenas 11 segundos se hizo viral en Twitter, dando la vuelta al mundo e inundando cadenas de televisión y, claro, grupos de Whatsapp.

El BiciBús que desencadenó su propagación por todo el mundo nació en España.
El BiciBús que desencadenó su propagación por todo el mundo nació en España.

Viena, Londres, Melbourne, Washington, San Francisco, México, Vancouver, Brooklyn, Bombay, Portland, Glasgow, Filadelfia, Santiago de Chile, Galway… En medio mundo y, por supuesto, muchas localidades de España se reclama esta iniciativa con un nombre universal, BiciBús. Ciudades como Barcelona vieron cómo, a finales del pasado curso escolar, hasta once líneas distintas de BiciBús recorrían cada viernes la ciudad, con más de 700 personas. “El movimiento es tan grande que ya es conocido como los BiciViernes”, nos cuenta Mireia Piqueras, del Grup Impulsor Bicibús Eixample y del Grup Coordinador Xarxa Bicibús de Barcelona. “El de L’Eixample es tan masivo que tiene hasta sus propias particularidades: la guardia urbana va detrás y pedaleamos, ocupando dos o tres carriles, por avenidas principales. Pero para organizar un BiciBús basta con reunir a tres o cuatro familias, consiste en agruparnos en bici para así tener más fuerza y protegernos unos a otros”.

Piqueras también resalta la cantidad de capas que tiene un BiciBús. “Cuenta con una reivindicativa, porque queremos y exigimos una ciudad mejor para los niños. Pero también hay una práctica, porque es más eficaz ir al colegio en bici que en coche; una lúdica, porque es parecido a desayunar con tus amigos antes de entrar a estudiar, o una social, porque terminas conociendo a gente de distintas escuelas”.

En efecto, la capacidad transformadora de la bici se muestra en su máxima expresión. Algunos padres, que empiezan participando con timidez, pronto pasan a tener un rol más activo flanqueando o cerrando el grupo, y después usan la bicicleta para todos sus desplazamientos diarios más allá del colegio de sus hijos. También los niños que, en un principio, viajan transportados en una sillita, quieren después pedalear solos para así saborear la libertad y autonomía que les ofrece la bici.

"Ojalá algún día desaparezca el BiciBús, porque ya no sea necesario" (Mireia Piqueras, del Grup Impulsor Bicibús Eixample)
"Ojalá algún día desaparezca el BiciBús, porque ya no sea necesario" (Mireia Piqueras, del Grup Impulsor Bicibús Eixample)

Porque, a las capas que citaba Piqueras, hay que añadirle una fundamental: la del empoderamiento. Ese es el objetivo de todo esto: “Ojalá algún día desaparezca el BiciBús”, sentencia, “porque ya no sea necesario y los niños puedan ir pedaleando con total normalidad”.

Ponlo en marcha

Para Conchi Sánchez, lo primero es “socializar la bicicleta, hablar de sus bondades y demostrarlo con el ejemplo. Después hay que hablar con la dirección del colegio para plantear y explicárselo todo, y por último buscar un grupo de adultos (familiares o profesores) que quieran acompañar a los niños. Nosotros aprendimos muchísimo del colegio de al lado, que formaba parte del Proyecto Europeo STARS”.

Adrián Sánchez, impulsor del BiciBús en Buenos Aires, considera que la forma más sencilla es “reunir a dos familias que vivan cerca para que se pongan de acuerdo, e inviten a las demás. Seguro que se les sumará más gente, y los que vengan de otros lugares terminarán queriendo sumarse. La iniciativa no sólo se reduce a la escuela: grupos como clubes deportivos, ONGs o distintos colectivos pueden también ponerlo en marcha”.

Para montar un bicibús, la forma más sencilla es reunir a dos familias que vivan cerca. Luego se va sumando más gente.
Para montar un bicibús, la forma más sencilla es reunir a dos familias que vivan cerca. Luego se va sumando más gente.

Tecnología

Eduard Folch es uno de los grandes nombres del BiciBús: perteneció a la Asociación Canvis en Cadena, y él fue el creador de la aplicación BiciBus.cat, con la que puedes saber cuáles con las rutas, cuántas personas se han apuntado o si hay cambios de última hora en tu BiciBús local. “Al registrarte”, explica Folch, “puedes ver si tu colegio tiene una ruta de BiciBús o cual es la que mejor te viene y apuntarte. Los administradores de cada línea pueden cambiar horarios, limitar los participantes o consultar estadísticas y saber qué medio de transporte han sustituido por la bici”. La aplicación, que ya tiene más de 1.300 perfiles registrados, sólo tiene información de los BiciBuses catalanes, pero es adaptable a cualquier otra ciudad o idioma.

Los retos

Cuando se cortan calles, o el BiciBús es escoltado por policías, quizá la sensación de seguridad es mayor. Pero ese no es el objetivo: lo ideal es que los grupos puedan circular con autonomía, algo que no siempre es fácil en el alocado tráfico de las ciudades a primera hora. Conchi Sánchez lo tiene claro: el tráfico es el principal problema. “Es el obstáculo más grande que encontramos para que las familias se apunten, y no son sólo los coches: también nos encontramos con motoristas que quieren adelantar y que, a veces, hasta se meten entre los niños”.

Así lo corroboran Calvo y Periche, dos fotógrafos que han cubierto el BiciBús en distintas ocasiones. “En los BiciBuses más pequeños”, aseguran, “los motoristas son muy agresivos verbalmente con niños y mujeres”. También reivindican la importancia que tienen las Revueltas Escolares, y lo esenciales que son este tipo de movimientos culturales para conseguir más ciclistas: “El cambio de movilidad, el coger la bicicleta, cuesta, porque todos pensamos que no seremos capaces hasta que lo probamos. Por eso es vital que exista un ejemplo como el del BiciBús, que al ser tan visible puede calar en quienes lo ven desde fuera y hace que se multipliquen las bicis en las calles”.

El BiciBús de Glasgow ha sido un éxito desde el principio.
El BiciBús de Glasgow ha sido un éxito desde el principio.

Y cruzó el mundo

El BiciBús hace un recorrido de muy larga distancia, arraigando en ciudades tan lejanas como Buenos Aires. Adrián Sánchez, maestro de escuela primaria jubilado que se mueve en bici desde hace más de 40 años, no sólo divulga los beneficios del ciclismo urbano en Bicivilizados Radio, sino que también es uno de los organizadores del BiciBús porteño.

“En la escuela ya veníamos intentando inculcar la bicicleta”, nos cuenta, “por lo que el BiciBús era el siguiente paso lógico. Se lo propuse a las familias, e inmediatamente se sumaron varias”. Como en España, la repercusión fue inmediata: “Un viernes nos acompañó un conocido periodista de televisión, hicieron una gran producción, lo pasaron en horario central y fue muy comentado”.

“Un viernes nos acompañó un conocido periodista de televisión, hicieron una gran producción, lo pasaron en horario central y fue muy comentado” (Adrián Sánchez, maestro en Buenos Aires)
“Un viernes nos acompañó un conocido periodista de televisión, hicieron una gran producción, lo pasaron en horario central y fue muy comentado” (Adrián Sánchez, maestro en Buenos Aires)

A Adrián no le resulta difícil conseguir que más padres apunten a sus hijos al BiciBús. “Los convencen los propios niños”, asegura, “cuando vuelven a casa contando que el paseo hasta la escuela fue genial. Los argumentos son evidentes: evitar el caos que supone la llegada al colegio de tantos coches, la necesidad de ejercicio físico, la alegría y posibilidad de compartir o la importancia obvia que tiene para el rendimiento escolar el hecho de no llegar tarde o estresados”.

En los libros

En 2021, Melissa y Chris Bruntlett publicaban en su libro Curbing traffic algunas de las pistas y necesidades de cada ciudad, no sólo con la bicicleta como posible solución sino con la infancia como protagonista. En sus páginas se vuelve a hablar sobre “la generación del asiento de atrás” a la que hemos acostumbrado a ser transportada en vez de a transportarse con terribles consecuencias a medio y largo plazo. Es de justicia mencionar también a Francesco Tonucci, autor de La ciudad de los niños (2014), donde aseguraba que “si hay niños en la calle jugando significa que la ciudad está sana. Si no se ven niños por las calles, significa que la ciudad está enferma”. Resulta bastante sencillo con esa regla saber si nuestra ciudad palidece o goza de buena salud: los BiciBuses llenan las calles con niños y niñas pedaleando mientras van al colegio, por lo que… ¡los BiciBuses sanan ciudades!.

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