“Generalmente, las ciclistas femeninas no necesitan llegar al límite, correr contra el reloj y disparar su adrenalina cuando ruedan montaña abajo. Ellas prefieren disfrutar de la naturaleza, y sus expectativas sobre la bicicleta son completamente distintas a las de los hombres. Ellas buscan bicicletas seguras, cómodas y, sobre todo, con estilo”.
Las palabras con las que la marca checa de bicicletas Superior Bikes abría hasta hace unas horas su sección dedicada a las bicicletas de montaña para mujeres han encendido la polémica. Una oleada de quejas a través de la red social Twitter han obligado a la firma a cambiar el párrafo por otro más políticamente correcto, en el que se afirma que sus bicicletas están pensadas “para aquellas mujeres a las que le gusta disfrutar de la naturaleza”, obviando la desfasada generalización de la versión inicial.
Indignación generalizada
Las que más se han dado por aludidas han sido, obviamente, aquellas mujeres que aman el ciclismo de montaña, y muy especialmente aquellas que se dedican a ello de manera profesional. Ciclistas como Kathryn Bertine, que lleva años luchando por la igualdad de oportunidades en el ciclismo profesional, han denunciado públicamente a la marca, cuya página de Facebook se ha llenado de comentarios que hacían referencia a la sonada metedura de pata. Algunas, como la periodista especializada en ciclismo Rebecca Charlton, se preguntan si es un broma de mal gusto. Otras han optado por la ironía, como la y ciclista profesional Kat Simpson, que ha twitteado “mejor volver a casa y empezar a limpiar y a cocinar”.