Hay quien dijo que las bicicletas son para el verano, aunque la realidad es que son el medio de transporte perfecto para cualquier época del año. Y sin embargo, si preguntáramos a los lectores de Ciclosfera por su momento preferido para rodar por la ciudad, muchos se quedarían con la primavera.
Es precisamente esa estación, y en concreto el mes de abril, lo que sirvió de fuente de inspiración para la tienda barcelonesa abrilbike, ubicada en el número 209 de la calle Sardenya. “En nuestra casa, abril tiene mucho significado”, cuenta Eduardo, su fundador. “Mi mujer nació en abril, como su madre. Y para ellas abril significa el resurgir, la vuelta de la luz intensa del sol y el inicio del buen tiempo. Dado este buen feeling con el mes, decidimos ponerle a nuestra primera hija Abril. Casualidades de la vida, y sin premeditación, nuestra segunda hija también nació en abril. Así que la tienda no podría llamarse de otra manera”.
abrilbike es una mezcla de experiencia e ilusión por lograr algo apasionante
Más allá del nombre, todo negocio tiene una historia. La de abrilbike comenzó en 2012, cuando Eduardo se sumergió de lleno en el mundo de la restauración de bicicletas antiguas. “Empezó como un hobby y se acabó convirtiendo en una pasión a la que aboqué también a mi mujer, Yolanda”, recuerda. Este 2017, y tras 15 años trabajando en el sector del vending, Eduardo lo dejó todo y junto a ella fundó Abril Bike. “Era el momento, porque ya teníamos la experiencia suficiente y la ilusión necesaria de cuando emprendes algo que te apasiona”, cuenta.
El espíritu y la filosofía de abrilbike están claros. “Es un lugar donde las cosas se hacen a fuego lento, mimando cada uno de los trabajos que hacemos, al igual que hacemos con los clientes. Cada restauración es diseñada, consensuada y vivida por los dos, mi mujer y yo. Yo decido teniendo en cuenta la parte más técnica y ella sobre el diseño y tendencias. Eso sí: la última palabra siempre la tiene el cliente. Lo mismo pasa cuando decidimos apostar por nuevos modelos de bicis o complementos en la tienda. Yo soy más de especificaciones y materiales y ella de diseños y probabilidades de venta. Somos complementarios, y eso funciona”.
En la variedad está el gusto
Esa combinación se percibe al cruzar el umbral de abrilbike, algo que hacen clientes de todo tipo. “Básicamente, la gente que entra a la tienda son ciclistas urbanos que vienen en busca de una bici nueva o complementos. Inspirados, sobre todo, en el estilo holandés y fixero, que ha vuelto con fuerza. Aunque en el taller esta estadística se rompe y el perfil es de lo más variado. Reparamos cualquier tipo de bicicleta, y eso es muy enriquecedor para nosotros porque nos obliga a estar al día en el sector desde un punto de mira muy amplio. Así que podríamos definir a nuestros clientes como un target urbanita, pero abierto a cualquier perfil y edad. Y digo edad porque aunque el producto que vendemos es actual y de tendencia, nos gusta pensar que éste no va asociado a una edad. No va con nuestra filosofía de vida”.
“Tenemos de todo un poco: para gustos y bolsillos, los colores”
Lo que se encuentran es tan variado como los propios clientes. “Tenemos de todo un poco. Y dentro de un estilo, procuramos contar con diferentes modelos afines a diferentes perfiles de clientes, al igual que hacemos con los precios. Por ponerte un ejemplo, tenemos sillines Brooks y otros más funcionales desde 9 €. Porque para gustos y bolsillos, los colores. En ese sentido somos un poco el mix del Zara y Louis Vuitton, pero siempre buscando tener algo diferente que nos distinga de los demás”. Y qué es lo que más triunfa entre la comunidad ciclista? “Yo te diría que el taller, ya no sólo por el volumen de gente que pasa si no por la reincidencia de los clientes. Eso es lo que más nos satisface”.
“Tenemos una visión positiva del futuro de Barcelona en materia de movilidad y la esperanza de que vaya sobre ruedas”
Como buenos ciclistas urbanos de Barcelona, Eduardo y Yolanda son testigos de excepción de los cambios que está viviendo la ciudad en materia de movilidad. “Tenemos una visión positiva del futuro y la esperanza de que vaya sobre ruedas. Las nuevas políticas están impulsando la movilidad sostenible y aquí en Barcelona, concretamente, está siendo tangible tanto por el aumento de los carriles bicis, como por la creación exponencial de espacios cerrados al tráfico que facilitan el auge del ciclismo. A nivel necesidades y retos de futuro, creo que tendríamos que hablar de concienciación y civismo, pero tanto para los conductores de automóviles como para los ciclistas. Estamos avanzando muy rápidamente en infraestructuras, si lo comparamos con los niveles de concienciación. Necesitamos más información, más cursos gratuitos sobre normativas de movilidad y, sobre todo, de conciliación con todos los diferentes transportes que coexisten en la ciudad”.
El buen comer
Pero no sólo de bicicletas se vive. Eduardo y Yolanda son, aparte de unos apasionados de las dos ruedas, dos auténticos foodies amantes de la buena gastronomía. “La relación nos viene por parte materna a los dos, ya que la madre de Yolanda dirigió fogones durante 25 años y la mía siempre tuvo negocios de alimentación, así que mimaron tanto nuestros estómagos y paladares que, inevitablemente, hemos salido con el gusto algo selectivo. Por eso disfrutamos por igual una nueva ruta en bici como un nuevo restaurante por descubrir”, apunta Eduardo.
Aceptamos el reto y les pedimos que nos recomienden sus tres restaurantes preferidos de la capital catalana. “Por poner ejemplos de gastronomías diferentes, nombraríamos la Grotta del Clot, una pizzería en el barrio del Clot dirigida por un auténtico napolitano que trata con mucho mimo las masas e ingredientes (no hay que perderse sus calzone al horno de leña). Por destacar un gran brunch podríamos hablar de Picnic, ubicado en el Born y con un toque internacional en sus platos que engancha. Y acercándonos más a nuestra debilidad, la comida japonesa, nos sería difícil escoger uno, así que propondríamos 2, Koy Shunka, ya un clásico aquí en la ciudad y Kibuka, pero el de la calle Goya (porque hay dos), un japonés con un toque muy occidental al que somos fieles desde sus inicios”. Tomamos nota.
abrilbike
Carrer de Sardenya, 209
08013 Barcelona
abrilbike.com Twitter: @abrilbike