Educar en movilidad sostenible y, de paso, fomentarla de manera activa. Es el doble objetivo que se ha marcado la iniciativa ‘Mi cole camina‘, de la asociación Red de ciudades que caminan: premiarán con 100 euros a las clases cuyos niños cambien su manera de moverse. Un dinero que, a su vez, la clase habrá de dedicar a un proyecto relacionado con la movilidad. Una idea de la que nos habla Pablo Barco Ballesteros, coordinador de la Red de ciudades que caminan.
¿Cuándo y cómo surge esta idea?
La idea surge en el seno de la Red de Ciudades que Caminan ante el interés por parte de los municipios en fomentar los caminos escolares, siendo aprobada en la Asamblea General celebrada en el II Congreso Ciudades que Caminan que tuvo lugar en Pontevedra los días 16 y 17 de octubre.
¿Quién financia el dinero que vais a dar a los colegios?
El dinero procede de las cuota anual que pagan los socios de la Red de Ciudades que Caminan.
“Las ciudades europeas cada vez están dando más la espalda a los coches”
¿Por qué creéis importante transmitir a los más pequeños la importancia de una movilidad sostenible?
En realidad queremos que sean ellos quienes les transmitan a su comunidad educativa la importancia de crear ciudades más amables y sostenibles. Los niños son los mejores embajadores.
¿Sois optimistas de cara al futuro? ¿Creéis que cada vez son más los niños que van andando o en bici al cole?
Las ciudades europeas cada vez están dando más la espalda a los coches, limitando su uso y apostando por los desplazamientos a pie, en bici y en transporte público. En España ciudades como Pontevedra o Vitoria-Gasteiz nos demuestran que el cambio es posible. En estos municipios los programas de camino escolar han incrementado con fuerza los desplazamientos al cole sostenibles, con un porcentaje medio superior al 65%. Y en el resto de municipios de la red que apuestan por caminos escolares también se están consiguiendo cambios interesantes.