Es en pleno centro de la ciudad, y nace de una conclusión: el espacio que ocupaban todas esas plazas para coches apenas les generaba negocio, que sí consideran puede incrementarse con el tráfico fluido y habitual de ciclistas.
Lo cuenta Michael Andersen, editor de contenidos de Bike Portland: el llamado Old Town Hospitality Grup entiende que tres carriles destinados al tráfico y otros dos (uno a cada lado de la calle) para aparcamiento son completamente innecesarios, afean la zona y dificultan enormemente la convivencia.
Los hosteleros quieren que macetas y plantas, que ellos mantendrían, separen a las bicis de los coches
Así que uno o dos de esos carriles podrían eliminarse, construyendo en ellos un amplio carril bici (que según ellos debería estar separado por macetas de plantas, que están dispuestos a pagar y mantener), más una zona adicional para terrazas que fomenten que la gente esté al aire libre.
Los empresarios empiezan a tener claro que las zonas más orientadas a peatones o ciclistas, en lugar de a automovilistas, son más transitadas, lo que es bueno para sus negocios. De momento han elaborado una agenda de actividades y demandas y planean reunirse con miembros del ayuntamiento a partir de septiembre.