Hace unos años era difícil ver a alguien circulando por la ciudad con una bicicleta de pedaleo asistido. Hoy, miles de ellas pueblan nuestras calles, e incluso sistemas de bicicleta pública como el BiciMAD madrileño apuestan por la electricidad para salvar las cuestas de las grandes urbes. Pero esto, según apuntan los expertos, es sólo el principio.
En pocos años, las bicicletas eléctricas serán uno de los medios de transporte más utilizados del mundo. Según un estudio de la consultura especializada en temas de sostenibilidad y medio ambiente Navigant Research, en el año 2023 se venderán en todo el planeta más de 40 millones de bicicletas eléctricas, frente a las 31 millones de unidades con las que se cerrará este 2014. Un crecimiento anual vertiginoso que se explica por factores como la subida de los precios del petróleo, la congestión del tráfico o el trazadado de las nuevas urbanizaciones en las grandes ciudades.
Europa y Asia, a la cabeza
“El mercado de bicicletas eléctricas va a crecer cada vez más deprisa”, confirma Ryan Citron, uno de los responsables del estudio. “Los nuevos avances tecnológicos y la mayor asequibilidad de éstos provocan que todo el mundo pueda tener una bicicleta eléctrica, dado que cada vez la oferta es mayor”.
El estudio ofrece información detallada y por países de ese margen de crecimiento. Y hace hincapié en el hecho de que en muchos países europeos, así como en determinadas zonas de Asia, la bicicleta eléctrica gana peso a marchas forzadas, mientras que en lugares como EE UU aún se trata de un mercado en fase embrionaria.