El aeropuerto de Portland (PDX) lleva apostando hace tiempo por atraer la bicicleta a sus instalaciones. Este plan, que incluye una amplia red de vías ciclistas, conecta el aeropuerto con la ciudad y ofrece a sus usuarios todo tipo de servicios destinados a facilitar su transporte.
Además de los carriles bici, el PDX cuenta con aparcamientos vigilados, taller de reparaciones, así como un servicio de montaje o embalaje de bicicletas para aquellos que decidan viajar con ellas.
Pero no sólo eso, los diferentes transportes como el tren ligero MAX o los autobuses que comunican el aeropuerto, también están adaptados para facilitar el transporte del vehículo de los usuarios.
Una iniciativa que les ha llevado a ser el aeropuerto mejor valorado según una encuesta nacional, por delante de otros mucho más grandes como el de Boston, Oakland, San Francisco, Los Ángeles o Seattle.
“Queremos lograr una mejor coordinación entre nuestro equipo”, explicó Jason Gately, responsable de la planificación de PDX, quien pretende fomentar la bici entre sus 12.000 empelados, valorando la posibilidad de ofrecer incentivos o mejorar las instalaciones (que incluyan vesturario, por ejemplo).